jueves, 14 de enero de 2016

‘Space Oddity’ en órbita espacial (y 2)

(Continuación) Tras ser colgado en YouTube, vuelvo al vídeo musical del astronauta cantante, éste no tardó en alcanzar los veintidós millones (22 000 000) de reproducciones, convirtiéndose en todo un fenómeno viral en las redes sociales.

Fenómeno viral
Tan así fue que el 13 de mayo de 2013, el blog Scientific American, entre otros medios de comunicación, daba cumplida información del mismo.

Unos reconocimientos a los que pudieron contribuir, de una parte, el hecho de que se tratara del primer vídeo musical realizado en el espacio. Sabido es que quien pega primero, pega dos veces.

Pero, de otra, tampoco debemos obviar las bondades del mismo.

Por ejemplo, la sencillez visual de la escena. Me refiero al hecho de poder contemplar, en medio de un despliegue de tecnología aeroespacial, la humildad de un hombre que, con sus manos de piloto de combate, toca una guitarra.

Y por supuesto está la calidad intrínseca de la misma canción.

Por lo que no es necesario hablar de ella, y mucho menos quien escribe que es el menos indicado.

No obstante sí les diré que, en mi corto criterio sobre este asunto, la conjunción de todos estos factores fue la causante de que el gran público, la gente corriente y anónima como somos muchos, convirtiera la versión espacial de Space Oddity, de nuevo en un éxito mundial.

Y a la canción la pusiera en órbita, física y musicalmente hablando, a la vez que hacía lo propio con el cantante, eso sí sólo musical y artísticamente hablando.

Un artista del que siempre me sorprendió su capacidad para pasar, casi sin solución de continuidad, de la extravagancia galáctica, si me permiten así decirlo, a la elegancia terráquea.

Del vestuario, colorido y sorprendente, de un Bowie maquillado hasta la saciedad, al clásico traje con corbata y pelo rubio bien peinado de David.

O de la literatura sofisticada a la que era aficionado, a la música comercial de éxito pegadizo.

Todo en uno. Es lo que tienen los grandes, y eso que él no era tan alto como resultaba en las cuidadísimas imágenes.

Medía un metro con setenta y tres centímetros (1,73 m), nueve menos que el otro ídolo musical del que terminaría siendo, sin proponérselo, su actualización. El estadounidense Elvis Presley (1935-1977), que llegó a medir uno coma ochenta y dos metros (1,82 m).

¿Importa el tamaño?

Pero volviendo a lo que nos trae, dicen que el propio Bowie se refirió a la versión espacial de su canción como: “posiblemente la versión más conmovedora jamás creada de esta canción”.

Es probable que fuera así, no será un servidor quien lo ponga ahora en entredicho, pero estarán conmigo que Space Oddity es mucha, mucha, canción.

Les dejo con la versión subtitulada en español.


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