Algunos lo pueden llamar coincidencias pero en fin, sean lo que sean y lo que ustedes piensen sobre ellas, lo cierto es que pasan. Y si no, vean.
En teoría, ante sus ojos, tendría que estar la segunda entrega del doodle de Hedy Lamarr, que les edité hace cuatro horas (4 h). Y sin embargo ya ven que no.
No es lo que ve, aunque bien es cierto que trata de una científica de quien, curiosamente, les presentaba su doodle, un lunes también, de hace ahora ocho meses, pues fue el pasado 23 de marzo de 2015.
Ella es la científica alemana Emmy Noether (1882-1935) y su doodle también entró vía urgencia, desplazando algo que les estaba contando, en esa ocasión, acerca de los eclipses solares. Lo mismito que ahora ha pasado con la Lamarr.
Así que por dos veces ya, la Noether entra en Enroque de Ciencia como elefante en una cacharrería.
Y lo hace con el agravante de que aún no le he dedicado una entrada propia para ella, que es una de las mujeres más decisiva no sólo en álgebra abstracta, una especialidad de la que está considerada una de las fundadoras, sino también en física teórica, donde destacó por sus aportaciones.
A ella que quizás sea la matemática más importante de la historia y una de las ignoradas por el Nobel, pues bien podría haberlo recibido en la modalidad de Física por ¿la Teoría de la Relatividad?
Pero a lo que vamos.
Hoy 9 de noviembre de 2015, hace cien (100) años que Emmy Noether realizaba su presentación oficial en la Universidad de Gotinga, pronunciando la lección inaugural del curso.
Había sido invitada por dos relevantes matemáticos alemanes. El polifacético David Hilbert (1862-1943) y el no menos inquieto geómetra Felix Christian Klein (1849-1925).
Un excelente padrinazgo académico que, no obstante, no le permitió dar clases allí de manera oficial. Ya saben que era una mujer, quiero decir que no era un hombre. Vamos, que hace cien (100) años la mujer todavía era considerada, intelectualmente, como inferior al hombre.
En este caso la inferioridad estaba plasmada en una ley prusiana de 1908, que prohibía a las mujeres enseñar en las universidades.
No obstante ella se las apañó para dar clases en el Instituto Matemático de Erlangen, donde se había doctorado, si bien es cierto que hubo de hacerlo durante siete (7) años sin recibir remuneración alguna por ello.
Lo hizo hasta 1919 y sustituyendo precisamente a Hilbert.
No es que hay dicho mucho, pero serán pocos los que tengan apenas duda de que Emmy Noether es una científica que merece tener su propia entrada biográfica en Aquí unas científicas.
Y este es un buen año pues al centenario hay que añadirle que también se cumplen los ochenta (80) años de su fallecimiento.
Y este es un buen año pues al centenario hay que añadirle que también se cumplen los ochenta (80) años de su fallecimiento.
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