Brennan y Booth
Son los apellidos de la chica y el chico que protagonizan los enredos, laborales y amatorios, de la serie. Todo empieza al conocerse por los primeros ya que, cuando un caso policial está estancado y no se ve ninguna posible pista que seguir, el FBI acude al Instituto Jeffersonian donde ella trabaja.
Es el momento “chico conoce a chica”, y ya sabe lo que suele pasar en estos casos. A los laborales, a no mucho tardar, hay que sumar los enredos amorosos. La química empieza a hacer de las suyas entre ellos.
Pero de la pareja es ella la que, con su enorme talento, ayudará en la mayoría de los casos a encontrar las pistas que conduzcan a esclarecer el crimen. Una información que recabará siempre de los huesos de las víctimas, en los que ella es una especialista.
Por lo general serán investigaciones policiales de asesinatos en los que los cuerpos están irreconocibles. De ahí la importancia que tiene su extraordinaria habilidad para descifrar claves ocultas en los huesos, a pesar de la putrefacción, la pestilencia, la enfermedad o la violencia que lo envuelvan.
Pero nuestra serie tiene otras singularidades.
Científica y escritora
“Tempe” Brennan, a la vez que reputada científica del Jeffersonian también es una (5) famosa escritora de novela negra. Una actividad que realiza en su tiempo libre y, en honor a la verdad, hay que decir que lo hace con bastante éxito editorial. Vamos que en la serie, Brennan es una novelista de best-seller. Nuestra “Huesos” no es una científica al uso.
Por cierto, y como añadido anecdótico, les diré que la protagonista de sus novelas resulta que es otra antropóloga forense, también ficticia como ella, claro, de nombre Kathy Reichs. Así que su existencia es como una ficción literaria dentro de una ficción cinematográfica. Creo que es la sexta singularidad (6).
Bien hasta aquí lo que me parece digno de mención de la serie y que, no es necesario que me lo digan, no justifica su presencia en un blog como éste. No, lo escrito no lo justifica. De hecho hay otras series más o menos con el mismo corte.
Pero es que no le he dicho, todavía, que hay algo más. Algo de lo que me acabo de enterrar este fin de semana, a pesar de que llevo años viendo la serie. No me digan que no he estado torpe. Pero en fin, estas cosas pasan.
Resulta que ‘Bones’, el personaje cinematográfico, procede de uno homónimo solo que novelístico, escrito por la estadounidense Kathleen "Kathy" Reichs (1948). Es el momento de pasar a Brennan, la ficción literaria. (Continuará)
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