(Continuación) Ese mismo año de 1879, el sueco Per Cleve (1840-1905) logró aislar tres fracciones de la erbia: la que condujo al elemento erbio, Er; y otras dos nuevas a las que llamó holmia (en honor al nombre en latín de Estocolmo) y thulia (en honor al nombre antiguo de Escandinavia) cuyos óxidos correspondientes eran los de holmio, Ho, y tulio, Tm.
Él fue quien, cinco años antes
en 1874, había concluido que el supuesto didimio
era en realidad dos elementos, los hoy conocidos como neodimio, Nd, y praseodimio,
Pm.
Por acabar con el fecundo, químicamente hablando, año del nacimiento del genio relativista en la ciudad alemana de Ulm, apuntar que en él, el suizo Marc Delafontaine (1837-1911), utilizando el nuevo proceso físico de espectroscopía de llama óptica, encontró varias líneas espectrales nuevas en el didimio, entre ellas la del holmio.
Y en 1880, el nuevo
elemento samario, Sm, era aislado por el francés Paul Émile
Lecoq de Boisbaudran (1818-1912) a partir del mineral samarskita, haciendo lo
propio también con el gadolinio, Gd, en 1885, que había sido
descubierto en 1880 por el suizo J.C.
Galissard de Marignac.
Fue en 1885 cuando el
austriaco Karl von Welsbach (1858-1929) logró separar de la didimia
otros dos óxidos, praseodimia y neodimia, a partir de los cuales se identificó al
praseodimio, Pr, y neodimio, Nd.
Es Lecoq también quien, en 1886, aisla otra tierra de la holmia y la llama diprosia, óxido de disprosio, del que se obtendría el nuevo elemento disprosio, Dy; por cierto que Marignac obtuvo un resultado similar a partir de la samarskita.
Siglo XX
Nuevos análisis
espectroscópicos de diferentes óxidos y metales samario, por parte de científicos
como el propio Lecoq, William Crookes o Eugène-Anatole
Demarçay, que encontraron nuevas líneas espectroscópicas indicativas de la
existencia de un elemento desconocido; con la cristalización fraccionada de los
óxidos se obtuvo en 1901, el europio, Eu.
Y en 1907 el francés Georges
Urbain (1872-1938) separaba el iterbio de Marignac en dos fracciones:
la del iterbio propiamente dicho y el lutecio, Lu, un nuevo
elemento químico; ese mismo año afirmó haber descubierto el elemento 72 al que
denominó “celtio”, el actual hafnio, Hf.
Pero no fue hasta 1911 que publicó sus resultados, y tuvieron que pasar tres decenios para que se pudiera probar su existencia (1944), durante la Segunda Guerra Mundial. (Continuará)
[*] Introduzcan en [Buscar en el blog] las palabras en negrilla y cursiva,
si desean ampliar información sobre ellas.
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