Centenario de Einstein en España, 1923. Otras pizarras einstenianas

(Continuación) No, no sabemos que pasó con la pizarra, aquí le dejo un enlace audiovisual complementario por si está interesado en ello, pero sí estamos al tanto de lo que ocurrió durante la segunda conferencia en la que Einstein la utilizó, y es algo que sabemos por la prensa.

Acerca de las conferencias…

De la primera, la del 12 de marzo, ya adelantamos que la impartió en francés y tuvo una asistencia multitudinaria, un lleno a rebosar, todo un éxito de público aunque eso sí, como ocurrió en Barcelona y Madrid, éste al acabar no se hubiera enterado absolutamente de nada.

Pero de la segunda conferencia, celebrada al día siguiente martes 13, ojo a la fecha supersticiosos, no podemos decir del todo lo mismo, no al menos del todo. En primer lugar porque en esta ocasión no asistió mucha gente y después porque la impartió en alemán, lo que desconcertó aún más al público que pronto empezó a marcharse al no enterarse ni comprender nada.

Tanto fue así que el rector tuvo que dar orden de cerrar las puertas para evitar que el público saliera antes de tiempo, lo que no hubiera quedado muy bien; no obstante, según la prensa, “los que conocían el idioma aseguraron que fue una charla muy interesante”, lo que puede ser cierto a la vez que compatible con el intento de desbandada.

… y a propósito de las pizarras

En relación con lo anterior explicitarle que cuando Albert Einstein aceptó la invitación de venir a España puso algunas condiciones, entre otras, y además del precio que cobraría por dietas y conferencias, de éstas exigía que debían ser de contenido puramente científico y que en ellas podría utilizar dibujos, fórmulas y palabras que escribiría en unas imprescindibles pizarras.

“…poderme valer de dibujos y fórmulas matemáticas. Dada mi total ignorancia del español y mi deficiente conocimiento de la lengua francesa, no soy capaz de hacer una presentación solo con palabras. El alemán es el único idioma en el que puedo hablar inteligiblemente acerca de mi teoría…”. Así se lo manifestaba al matemático Julio Rey Pastor en junio de 1920 cuando se iniciaron las negociaciones.

Y le digo pizarras porque, si de las españolas y sus escritos con tiza no parece haber quedado el menor rastro, sí se conserva una perteneciente a una conferencia muy similar a las españolas, que impartió unos años después, eso sí, en la pérfida Albión.

La pizarra de Oxford

Más en concreto una que tuvo lugar en la Universidad de Oxford el 16 de mayo de 1931 y cuyo encerado se conserva en el Museo de la Historia de la Ciencia de dicha ciudad siendo, ni que decirle tengo, uno de sus objetos más famoso y visitado. (Continuará)

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