martes, 8 de febrero de 2022

‘Xanzolam’, la pastilla de ‘Gambito de dama’ (1)

(Continuación) Bien, pero, ¿existen en realidad esas pastillas blancas y verdes?, ¿producen dichos efectos?, ¿se administraban en estas instituciones? 

Son preguntas en cuyas respuestas, como suele ocurrir en la vida, hay de todo un poco y si bien se trata de una ficción, no por ello en su base tienen que estar ausentes algunos elementos reales ¿Cuál es, como quien dice, la mentira de la verdad y la verdad de la mentira?

La mentira de la verdad: el ficticio Xanzolam

Vaya por delante que las pastillas a las que tan aficionada se hizo la protagonista de nuestra serie, y que llevan por nombre Xanzolam, no son reales. En la serie nunca se entra en detalle sobre qué es en realidad dicho medicamento ni para qué era suministrado en concreto.

Solo induce a pensar que Beth, cuando tomaba varias pastillas juntas antes de acostarse, podía ver y mover las piezas de ajedrez en el techo, desarrollando estrategias de juego, es decir, como si existiera una relación causa-efecto entre ellas.

Lo que la serie no aclara tampoco es si la chica está alucinando o las drogas, únicamente, lo que hacen es desbloquear su innato potencial mental, permitiéndole concentrar sus pensamientos y enfocarlos en la elaboración de una estrategia genial y diferente.

De hecho, en la novela homónima del estadounidense Walter Tevis, su uso inicial se describe como un sedante, no como un alucinatorio, “aflojó algo profundo en su estómago y la ayudó a adormecer las tensas horas en el orfanato”, quizás el causante de la relajación necesaria para el extraordinario juego.

Y no solo no son reales las pastillas Xanzolam sino que, hasta donde me consta, nunca ha existido un producto con ese nombre, como tampoco documentación científica acerca de que ningún otro, llegue a producir los alucinantes efectos tridimensionales narrados en la serie televisiva. Es lo que hay.

La verdad de la mentira: orfanatos

Sin embargo, siempre hay un “pero” en la cesta de las manzanas críticas del conocimiento, no es menos cierto que a mediados del siglo pasado, en los EE. UU., se suministraban medicamentos con efectos parecidos (no el de visualizar piezas de ajedrez, sino el sedante entre otros), en determinadas instituciones públicas. Es una parte de la verdad de la mentira.

Una reciente investigación (2018) sobre el sistema de orfanatos católicos en EEUU encontró pruebas de que a mediados de los años 50 del pasado siglo XX, en algunos de ellos, se suministraba de manera regular ciertos “medicamentos”, a fin de sedarlos y que los niños no causaran demasiados problemas de convivencia. (Continuará)


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