Los Torroja: Ciencia, aristocracia y arte (y 5)

(Continuación) Del primero, el madrileño José Echegaray (1832-1916), destacar su polifacética brillantez en muchas de las áreas del conocimiento en las que se involucró (ingeniero, dramaturgo, político, matemático), y recordar que obtuvo el Premio Nobel de Literatura en 1904, el primer español en conseguir uno de dichos galardones.

Del matemático pamplonés Zoel García de Galdeano (1846-1924), recordar unas palabras de su discípulo Julio Rey Pastor, “fue un apóstol de la matemática moderna”. Y del geómetra alemán Karl von Staudt (1798-1867), por cierto también noble como Torroja y, lo que no es menos importante para los intereses que nos traen, discípulo en Gotinga nada menos que de Carl Friedrich Gauss, sí el ‘príncipe de los matemáticos’. Se ve que el asunto va de aristocracia y ciencias.

Del matrimonio de Eduardo, el bisabuelo paterno de Ana, con María Mercedes Miret Salesas nacieron, además de Eduardo, el I marqués de Torroja, otros tres hijos también científicos: José María, ingeniero de Caminos, astrónomo y topógrafo; Antonio, ingeniero de Minas y doctor en Matemáticas.

Y Juan, doctor en Física que trabajó con Leonardo Torres Quevedo, nuestro internacional y polifacético ingeniero de caminos, matemático e inventor. Le dejo con una de sus citas: “Cada curva matemática tiene una naturaleza propia, la exactitud de una ley, la expresión de una idea, la evidencia de una virtud” ¿Se puede decir más y mejor?

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Por cierto, el abuelo paterno de Ana tuvo cuatro hijos por este orden: Carmen, Mercedes, José Antonio y Eduardo, aunque fue José Antonio, el tercero, quien heredó el título. Ya sabe, una inconveniencia de la cuestión sucesoria del siglo pasado que, afortunadamente para ella, no ha tenido su hija Ana en la actualidad, ni tendrá su nieta Jara, Dios mediante.

Bueno, pues no le canso más, que llevamos una buena racha torrojiana como quien dice, pero es de aquí de donde sale el marquesado de la cantante. De un tatarabuelo historiador, un bisabuelo arquitecto, un abuelo ingeniero y noble, y un padre también ingeniero y noble.

Ah, que no se me olvide, Ana tiene un hermano, Yago, que es profesor universitario de electrónica. De casta le viene al galgo, el ser rabilargo.

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