O lo que es lo mismo, ¿qué tienen que ver el santo católico, con el héroe mitológico y el ctónico femenino que éste decapitó? Es uno de los comentarios que me llegaron al blog, a propósito de la lluvia de estrellas del pasado miércoles, y a la vista está que no anda exento de razón. En absoluto.
Estará conmigo que la terna de protagonistas epata un poco pero, como casi todo en la vida, ella también tiene una explicación, al menos en parte. Veamos algo más sobre los mitos y realidades de las perseidas.
Lorenzo de Roma
Ya hemos enrocado algo
acerca del casto y santo patrono de los cocineros en Las lágrimas de San Lorenzo (y II), no podía serlo de otro gremio por razones obvias pues,
como seguro sabe o recuerda, murió quemado en una parrilla en el 258 y de ahí
el patronazgo.
Entre otras singularidades legendarias de su vida dicen de él que custodiaba el Santo Grial, no lo sé pero, si dicen que lo dijo. Y también que mientras estaba en la parrilla pronunció las palabras: “Assum est, inqüit, versa et manduca” (Ya estoy hecho por este lado; dame la vuelta y a comer).
No lo sé tampoco, quizás sea
demasiado decir para un hombre, estando donde estaba y en las circunstancias en
las que estaba. Pero claro, por otro lado, hay que tener en cuenta que era
santo, por lo que puede que así fuera.
Por su hagiografía
sabemos también que estos sucedidos acontecieron el 10 de agosto del año 258,
día en que se celebra su festividad, y que son sus lágrimas las que iluminan el
cielo nocturno en estas fechas. En fin.
Éste es en puridad el vínculo del santo católico con la lluvia de estrellas que tiene lugar alrededor de ese día, un nexo meramente temporal y, religiosamente, oportunista pues de hecho, no tenemos constancia del mismo hasta quince siglos después.
A finales del siglo XVIII,
cuando aparece una primera referencia ‘the fiery tears of St Lawrence’
(“las lágrimas de fuego de San Lorenzo”) en el libro Ephemerides Rerum
Naturalium de un anónimo monje irlandés. Es lo que hay.
Perseo y Medusa
Por otro lado, tenemos a Perseo,
heroico semidiós de la mitología griega, hijo del dios Zeus y de la
mortal Dánae, esposo de Andrómeda y padre de seis hijos que,
enamorado de Nerea, se transformó en una lluvia dorada para poder
acceder al lugar donde la ninfa estaba recluida.
La tradición también le atribuye la fundación de Micenas, situada en la península del Peloponeso, pero claro todo esto no es, ni más ni menos que mitología. Como la leyenda según la cual decapitó a Medusa, ya sabe, una de las tres hermanas gorgonas y un ser ctónico femenino, que convertía en piedra a aquellos que la miraban fijamente a los ojos. (Continuará)
[*] Introduzcan en [Buscar en el blog] las palabras en negrilla y cursiva,
si desean ampliar información sobre ellas.
1 comentario :
¿Qué significa "una de las tres hermanas gorgonas y un ser ctónico femenino"? Enhorabuena por el blog.
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