(Continuación) Incluso si apareciera un solo
afectado con una enfermedad extinta en dicha zona, también se calificaría de
epidemia. Es el término que desde el punto de vista técnico considera más
apropiado la Emergencia de Salud Pública de Preocupación Internacional, ‘Public
Health Emergency of International Concern’ (PHEIC), por sus siglas en
inglés).
De ejemplo, y perdonen el ombliguismo,
sirva la epidemia de peste de 1694 de Sevilla. Formó parte de una peste
bubónica que unos años antes entró en la península procedente de África, y
se convirtió en la mayor crisis epidémica que ha padecido nunca nuestra ciudad.
Con una mortandad de al menos sesenta mil (60 000) personas, se estima que supuso
una quiebra de su población del orden del cuarenta y seis por ciento (46 %).
Otro ejemplo de epidemia, típico y conocido
por próximo, es la gripe común cuyos contagios empiezan a aumentar en
otoño e invierno, hasta alcanzar un punto máximo a partir del cual empieza a
disminuir en primavera y verano. Y estotros ejemplos de epidemias son el ébola
o la difteria, afortunadamente no tan próximos.
Es
aquella epidemia que, por su ritmo de crecimiento, acaba afectando a un elevado
número de personas en todo el mundo y durante el mismo período de tiempo. La Organización
Mundial de la Salud (OMS), institución encargada de declarar a una
enfermedad como pandemia o no, prefiere hacerlo solo cuando una nueva
enfermedad grave se ha propagado por todas las zonas sanitarias del mundo.
Por
decirlo de forma gráfica y breve, una pandemia es una epidemia que afecta a más
de un país o a más de un continente. Se trata
por tanto de un concepto geográfico de una enfermedad, que no hace referencia
en absoluto a su virulencia. O de otra forma.
La distinción entre epidemia y pandemia
reside en que, mientras la primera se refiere a una enfermedad que se propaga
por un país durante algún tiempo, la segunda es la indicada cuando la
enfermedad se extiende a otros países. Desde la oficialidad, para que se
declare el estado de pandemia se tienen que cumplir dos criterios: 1) que el
brote epidémico afecte a más de un continente; 2) que los casos de cada país ya
no sean importados sino provocados por trasmisión comunitaria.
Por último, desde el punto de vista
gramatical, no se consideran redundancias incorrectas las expresiones pandemia
global y pandemia mundial. La OMS anunció el pasado 11 de
marzo de 2020 que el brote de covid-19 ya podía considerarse una pandemia. Y
desde entonces no ha parado de extenderse, de modo que buena parte de la
humanidad está potencialmente expuesta al virus. No queda otra que ponernos en cuarentena.
(Continuará)
[*] Introduzcan en [Buscar en el blog] las palabras en negrilla y cursiva,
si desean ampliar información sobre ellas.
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