Cuarentena preventiva sanitaria (1)

(Continuación) Un periodo calendario comprendido entre el Miércoles de Ceniza y la víspera del Domingo de Resurrección, cuya duración de cuarenta (40) días tiene su origen en distintas referencias bíblicas, diferentes sucedidos pero con idéntica simbología.

El número cuarenta guarda relación con: a) la prueba por la que pasó Jesús al permanecer durante esos días en el desierto de Judea, previos a su misión pública; b) los días que duró el diluvio universal; c) los años que el pueblo israelita marchó por el desierto; d) las décadas durante las que permanecieron en esclavitud los judíos en Egipto.

Pero como ya se habrá imaginado, el significado de cuarentena que más nos interesa hoy es el de preventivo sanitario, es decir, el aislamiento a que se somete a personas o animales por razones sanitarias durante un período de tiempo.
Una acepción que tiene su historia y su intrahistoria ancladas en dos campos bine diferentes por no decir contrarios y hasta excluyentes: el de la creencia y el de la ciencia. 

Cuarentena preventiva sanitaria. Creencia

Un término que si bien etimológicamente significa 40 días -deriva de la expresión italiana quaranta giorni-, desde el punto de vista de la ciencia no tiene por qué ser exactamente ése el número necesario y suficiente, para eliminar o limitar el riesgo de propagación de una enfermedad contagiosa, sea ésta conocida o no.

No tiene por qué ser, dado que la razón cuantitativa de su duración no es científica sino bíblica como indicaba más arriba y que aparece en el Pentateuco, los cinco primeros libros de la Biblia que la tradición atribuye al patriarca hebreo Moisés y que, en forma de rollos, aparecieron guardados en cinco estuches cilíndricos, razón de su nombre.

Conocidos como Génesis, Éxodo, Levítico, Números y Deuteronomio, es en el tercero de ellos, el Levítico del Antiguo Testamento donde aparecen documentados, hace más de 3400 años, los primeros sistemas de aislamiento conocidos, los más antiguos y efectivos. Unos consejos que se siguieron por ejemplo en casos antiguos de lepra (no confundir con la enfermedad de Hansen, infección crónica producida por el bacilo Mycobacterium leprae).

O de la peste negra también llamada muerte negra o peste bubónica, la pandemia de peste más devastadora en la historia de la humanidad, generada por una variante de la bacteria Yersinia pestis y que afectó a Eurasia en el siglo XIV, alcanzando su momento máximo entre 1347 y 1353. (Continuará)

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