En la
actualidad es la vía más ancha y larga de Triana, la única que atraviesa el
barrio de este a oeste con un trazado paralelo al río que comienza en la calle
Clara de Jesús Montero en el Patrocinio y, tras describir una suave curva a la
altura de San Jacinto que para la mayoría de los sevillanos la divide en dos
tramos, llega hasta la calle Génova en Los Remedios.
Pagés del Corro
es el límite de la Triana histórica, el casco antiguo de Triana comprendido
entre esta calle y el río, dejando al otro lado su zona de expansión con los
dos ensanches del barrio: Triana Este y Triana Oeste que llegan hasta la Ronda
de Triana.
Y el nombre lo
lleva la calle desde 1893 en memoria de Don Francisco Pagés del Corro
(1834-1876), teniente de alcalde del Ayuntamiento de Sevilla en tiempos de
la ‘Restauración Alfonsina’ y que tanto se distinguió al impulsar numerosas
obras urbanas destinadas a mejorar las condiciones de higiene y sanidad de esta
zona de Triana, a fin de adecentarla y hacerla habitable.
Pagés del Corro
una antigua calle que no siempre se llamó así ya que antes, desde el siglo XVI,
era conocida por los antiguos trianeros con otro topónimo, la Cava, y
estaba considerada como la zona más indeseable de Sevilla a causa de su
suciedad y abandono.
Aún hoy existen
viejos trianeros que, como dice el maestro Burgos escriben Pagés del Corro,
pero pronuncian La Cava, un nombre sobre cuyo origen existen dos versiones.
La Cava. Versión histórica
Ya desde el siglo
XVI, el espacio que hoy ocupa la calle Pagés del Corro era conocido como la Cava,
al estar recorrido por un foso de agua que se encontraba a los pies de una
muralla que, en la época almohade de Sevilla, formaba parte del sistema defensivo
para proteger la ciudad de los ataques procedentes del oeste.
Un doble
sistema defensivo en realidad, pues también servía para preservar al barrio de
los desbordamientos del río Guadalquivir y que discurría
desde Los Tejares en Chapina hasta la
calle Salado junto a Plaza de Cuba. Para algunos estudiosos, la cava podría formar parte del foso
del Castillo de San Jorge.
Un foso que con
el paso del tiempo y poco a poco se fue cegando para, ya en el siglo XIX,
consolidarse como calle primero sin pavimentar y, en 1920, adoquinarse para
posteriormente ser asfaltada. Una calle a la que siguieron llamando Cava y que tradicionalmente
siempre estuvo dividida en dos tramos: la Cava de los Gitanos y la Cava de los
Civiles. Triana un arrabal dividido.
Cava de los Gitanos y Cava de los Civiles
La primera discurre desde la calle
Gonzalo Segovia (Plaza de Cuba) hasta San Jacinto y era conocida en principio
como Cava Alta o Cava Nueva, hasta que en el siglo XIX empezó a
ser llamada popularmente Cava de los Gitanos, debido a que la mayoría de
sus vecinos en aquella época eran de etnia gitana. (Continuará)
[*] Introduzcan en [Buscar en el blog] las palabras en negrilla y cursiva,
si desean ampliar información sobre ellas.
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