El lector atento y avisado recordará un grafiti de
finales del mes pasado, cuyo motivo era una inquietante frase y un elemental
dibujo sobre un dinosaurio que,
traducido más o menos rezaba así: “¡Recuerde
lo que le sucedió al dinosaurio!”.
Realizado con pintura blanca sobre ladrillo rojo, he de confesarles que no
me llamó la atención en especial y, en mi ignorancia, no le di mayor importancia.
De hecho a este grafiti que me mandaron para su posible “enroque”, sólo le añadí
un escueto y evidente: “Un claro aviso de que somos prescindibles”.
En fin que para prescindible y previsible un servidor de ustedes. Pero por
fortuna a veces ocurre que determinados sucedidos tienen vida propia, independiente
de la que el que relata el suceso le otorga, como por desgracia es el caso.
Les digo esto porque a los pocos días de editar la entrada, me había llegado
un comentario con dos preguntas y una opinión.
Dos aspectos del asunto grafitero, autoría y localización, que la verdad
sea dicha, no suelo cuidar mucho, mea
culpa. Como literalmente apuntaba el señor Diego Fuerte: “¿Dónde se encuentra? ¿De quién es? parece
interesante”.
Y tanto que lo es señor Fuerte, así que tras el tirón de orejas divulgativo
me pongo manos a la obra. Y de nuevo, en esta faena otro seguidor del blog me
ha puesto sobre la pista. Para empezar me dice que el susodicho grafiti se
encuentra en la ciudad universitaria de Oxford, en Inglaterra, Reino Unido, y que
por el motivo que sea, ha sobrevivido a la campaña emprendida contra el
vandalismo grafitero que inunda y afea a la ciudad, sobre todo a sus puentes.
Para ello se han habilitado una serie de “paredes libres” donde los
artistas callejeros pueden dar rienda suelta a sus inquietudes pictóricas, eso
sí respetando las demás, de donde se han sido eliminados los grafitis no
deseados.
Aunque el grafitismo se trata de un fenómeno preocupante y casi mundial, en
esta ciudad oxoniense los datos ultimanente han sido más que preocupantes. Por
la prensa sabemos que pasaron de tener unos trescientos cincuenta (350)
grafitis en sus calles en el año 2012, a unos mil setetcientos (1700) en 2015.
Es decir un aumento cercano al 500% en la cantidad de grafitis. Pocas bromas.
Pues bien les cuento todo esto porque uno de esos “muros libres”
se encuentra en South Park, quizás el parque más grande de la ciudad, que está
a un paseo de poco más de un cuarto de hora de Blackhall Road.
Una calle en la que, en una de sus paredes de ladrillos rojos, está pintado
en blanco el grafiti de marra con el dinosaurio y la advertencia: “Remember what happened to the dinosaur!”.
Está visto que este mundo es un pañuelo. (Continuará)
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