La segunda semana de octubre arrancaba con el anuncio de los prestigiosos galardones suecos y lo hacía como es costumbre desde hace un siglo y cuarto con los de ciencia -entiéndame Medicina o Fisiología, Física y Química- para continuar con los de Literatura, Paz y acabar hoy mismo con Economía, y en ese orden cronológico. Veamos un prontuario.
Premio Nobel de Medicina y Fisiología
Desde Estocolmo se dio a conocer el pasado lunes 6,
sobre mediodía (horario peninsular), el primero de ellos concedido a los
científicos Mary E. Brunkow (1961) del Instituto de Biología de Sistemas, Seattle, EE. UU; Fred
Ramsdel (1960) del Sonoma Biotherapeutics, de San Francisco, EE. UU.; y Shimon
Sakaguchi (1951) de la Universidad de Osaka, Japón. Un galardón compartido por sus “descubrimientos sobre la tolerancia inmunitaria periférica”
siendo el así llamado un mecanismo que evita que el sistema inmunológico dañe al
propio cuerpo y cuyo entendimiento permitió desarrollar nuevos tratamientos
médicos.
Unas investigaciones que han sido decisivas para entender cómo funciona el sistema inmunitario y por qué no todos desarrollamos enfermedades autoinmunes graves; un sistema que, no lo olvidemos, nos protege de manera continua y eficaz de virus, bacterias y otros microbios, de hecho, sin él no podríamos sobrevivir. Pero como nos dice el poeta, todo es cuestión de medida y si se produjera un exceso en su funcionamiento, entonces podría atacarnos y causar enfermedades, las enfermedades autoinmunes. Pues bien, esta investigación ha proporcionado un conocimiento fundamental sobre cómo el sistema inmunitario se mantiene bajo control e impide que ataque al propio organismo que pretende proteger; unos hallazgos que han sentado las bases para un nuevo campo de investigación, impulsando el desarrollo de nuevos tratamientos para el cáncer o las enfermedades autoinmunes, y que conectan la biología básica con la medicina de precisión y la inmunoterapia moderna.
Premio Nobel de Física
Se anunció al día siguiente, martes 7, también sobre mediodía (horario peninsular) y de modo compartido la Real Academia Sueca de las Ciencias se lo concedió a: el inglés John Clarke (1942) de la Universidad de California, Berkeley; el francés Michel H. Devoret (1953) de la U. de Yale y de la de California, Santa Bárbara; y el estadounidense John M. Martinis (1958), también de la U de California y todas ellas de Estados Unidos. Los laureados recibirán el prestigioso premio “por el descubrimiento del túnel mecánico cuántico macroscópico y la cuantización de energía en un circuito eléctrico”. En román paladino que: a) demostraron experimentalmente que el efecto túnel, la capacidad de una partícula subatómica (microscópica) para atravesar una pared, también ocurre en el mundo macroscópico lo que involucra a muchas entidades físicas, ¡mecánica cuántica en acción! (Continuará)
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2 comentarios :
Por qué no existe el premio nobel de matemáticas si lo hay de física, química o medicina?
Hay varias entradas en el blog que lo explican.
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