sábado, 15 de junio de 2024

El escudo de armas de Bohr. Complementariedad

(Continuación) Una conferencia de la que, por desgraciada, no se ha conservado el texto original si bien existe la publicación del año siguiente en la revista Nature (1928) y una serie de borradores y manuscritos sin publicar que constituyeron la base de la misma. Algo es algo y más que nada.

A propósito del escudo

Un escudo del que le adelanté los caballeros tienen derecho a diseñar, y que nuestro personaje no dudó en hacer incluyendo en el blasón dos elementos bastante peculiares en heráldica, para el caso que nos trae ‘disciplina que se ocupa de entender y componer adecuadamente los escudos de armas’.

En su centro el taijitu, símbolo que representa los conceptos de la filosofía china del “yin” y el “yang” y del taiji, o principio generador de todas las cosas; en román paladino es el que en occidente conocemos como “el símbolo del yin y el yang o taoísta”.

Dos semicircunferencias entrelazadas, separadas por su color (blanco y negro) que se niegan mutuamente, pero que resultan ser una imagen de la afectación recíproca sin imagen; vamos que en el yin hay algo de yang, y viceversa.

Y encima de ese símbolo chino central una locución latina, ‘Contraria sunt complementa’ esto es, “los opuestos son complementarios”, ¿qué me dice de esta combinación de latinajo y sabiduría china? ¿por qué las eligió? ¿qué tienen que ver con la mecánica cuántica y la estructura de los átomos? ¿le pega algo así de un físico como Bohr?

Bohr, físico y también hombre

Sin dejar caer en saco roto estas preguntas, volveremos sobre ella si lo desea, ni obviar el fundamental papel jugado como investigador con sus espectaculares aportaciones a la física, no quisiera dejar de lado al hombre.

Al ser humano que le ocurren anécdotas y sucedidos como a mí y a usted, supongo; alguien de quien se cuentan historias divertidas, tristes o curiosas, quisicosas en definitiva, algunas de las cuales han venido ya a estos predios.

Un hombre le digo que, como tantos otros, tenía sus inquietudes personales y le gustaban actividades más prosaicas que las científicas, digamos por ejemplo el futbol, sepa que mientras estudiaba física en la Universidad de Copenhague jugó de portero en el equipo de fútbol que fundara su padre y jugara también su hermano Harald.

Y de quien son conocidas sus jugosas y einstenienses discusiones físico-lógicas, “Albert, deja de decirle a Dios lo que tiene que hacer.”, así como sus conversaciones a nivel de estado y la simpática y no menos divertida anécdota ¿apócrifa? de la herradura colgada en la pared de su despacho, ¿Bohr supersticioso?

Bueno, también está la historia de la ocultación de la medalla del premio nobel en tiempos aciagos, otra que tal, La leyenda de la medalla del Premio Nobel, y alguna más que me habré olvidado pero que, por si le interesa, puede buscar en el blog. (Continuará)

[*] Introduzcan en [Buscar en el blog] las palabras en negrilla y cursiva, si desean ampliar información sobre ellas.


1 comentario :

Andrés Luna dijo...

No la conocía y me parece curiosa y "enrocable", pero echo en falta más vinculación con su significado cuántico (onda-partícula, yin-yang, complementariedad,...). Espero que continúe.