sábado, 28 de octubre de 2023

POSTUREO LECTOR. ‘Crimen y castigo’, ‘Cumbres borrascosas’

(Continuación) Y autora, sigo con Charlotte, de probablemente una de las novelas más famosas de los dos últimos siglos de tan reconocida fama ultra, ultra, romántica como de reciente y conocida fama de falsamente leída ¿una paradoja?, hasta aquí puedo leer. Y sí, van cuatro, ya sabe de qué.

16. Crimen y castigo, 1866

Del escritor ruso Fiódor Dostoyevski (1821-1881), ya citado junto con León Tolstói (1828-1910) como la mayor pareja de autores que ha dado la literatura rusa., esta obra está considerada por los exégetas como su composición maestra y un profundo análisis psicológico de su protagonista, el joven estudiante Raskolnikov.

A pesar de pertenecer al club del postureo lector, forma parte también del de poseer uno de los mejores finales de la historia de la literatura, por lo que se rompe la racha: “Pero aquí empieza otra historia, la de la lenta renovación de un hombre, la de su regeneración progresiva, su paso gradual de un mundo a otro y su conocimiento escalonado de una realidad totalmente ignorada. En todo esto habría materia para una nueva narración, pero la nuestra ha terminado”.

17.- Cumbres borrascosas, 1847

De la escritora inglesa Emily Brontë (1818-1848), hermana de las también escritoras Charlotte y Anne, se trata de su obra más importante y todo un clásico de la literatura inglesa, época victoriana que, como novela, tuvo que ser publicada bajo el pseudónimo masculino de Ellis Bell. Ya sabe, eran otros tiempos.

Su final se cuenta también entre los más conocidos y reza así: “No tardé en descubrir las tres lápidas sepulcrales, colocadas en un talud, cerca del páramo. La de en medio estaba amarillenta y cubierta de matorrales, la de Linton sólo adornada por el musgo y la hierba que crecía a su pie, y la de Heathcliff, todavía completamente desnuda.

Yo no me detuve a su lado, bajo el cielo sereno. Y siguiendo con los ojos el vuelo de las libélulas entre las plantas silvestres y las campánulas y escuchando el rumor de la suave brisa entre el césped, me admiró que alguien pudiera atribuir inquietos sueños a los que dormían en tumbas tan apacibles”. (Continuará)

[*] Introduzcan en [Buscar en el blog] las palabras en negrilla y cursiva, si desean ampliar información sobre ellas.


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