viernes, 6 de octubre de 2023

‘No hay emergencia climática’ (CLINTEL)

(Continuación) Lo digo por lo que de costoso tiene, ir contra corriente tanto en lo personal como en lo académico como en lo profesional, en determinados asuntos y dados los tiempos que corren, un tiempo que podemos calificar como de “entre costuras”, en el que no conviene “dar puntada sin hilo”.

Por último, en esta misma dirección solo que ahora en la línea editorial, me ha llamado la atención que una declaración con este tipo de contenido, tan radicalmente disidente y explícito sobre el denominado cambio climático, haya podido abrirse paso hasta la opinión pública. Lo que bien visto bien habla de los tiempos por otro lado.

Por si no ha tenido oportunidad de leer la declaración con su negativo título, no puede o no quiere hacerlo ahora, pero está atraído por la contrariedad que plantea esto del ‘cambiante cambio del climático clima’, le pongo en antecedentes de su contenido, resumido en unos puntos:

‘Factores naturales y antropogénicos’. Según revelan los diferentes archivos geológicos, el clima de la Tierra ha variado y varía desde que existe como tal planeta, alternando de manera natural y sin solución de continuidad, fases frías con fases cálidas. Y dado que la Pequeña Edad del Hielo terminó en 1850, es normal y esperable que estemos experimentando un período de cálido de calentamiento.

Un calentamiento significativamente menor, mucho más lento, al previsto por el IPCC (Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático) en base a su modelo de forzamiento antropogénico, lo que nos indica que, muy probablemente, andamos lejos de comprender los factores que rigen el cambio climático.

Por otro lado, es evidente que ninguna de las catastróficas predicciones con las que se nos ha venido amenazando en los últimos tiempos se han cumplido, y no existen evidencias estadísticas de que desastres naturales como inundaciones, sequías o huracanes se estén intensificando o haciéndose más frecuentes por el calentamiento global.

‘El CO2 no es un contaminante’. Los firmantes afirman que el dióxido de carbono, lejos de ser un contaminante es todo un alimento vegetal, la base de buena parte de la vida en la Tierra y un beneficio para la naturaleza, ya que la hace más verde. Ya me entiende.

Más proporción de este gas en el aire es el que ha promovido el crecimiento de la biomasa vegetal mundial, lo que es bueno también para la agricultura ya que aumenta el rendimiento de los cultivos en todo el mundo; sí, sin duda alguna, su presencia es “primordial” para nuestro planeta.

Es algo que estudiamos en la biología bachillera de los tiempos escolares, cómo mediante el ciclo de Calvin las plantas incorporan a sus tejidos, en forma orgánica, el carbono (C) del dióxido de la atmósfera durante la fase oscura de la fotosíntesis. (Continuará)

[*]Introduzcan en [Buscar en el blog] las palabras en negrilla y cursiva, si desean ampliar información sobre ellas.



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