sábado, 21 de enero de 2023

El tablero de la vida: Wilde entre peones

(Continuación) He utilizado en la entrada anterior el término actividad para que usted lector lo entienda como juego, arte, deporte, filosofía, ciencia o lo que considere más oportuno, es algo que no hace ahora al caso (Nexos de ajedrez, Ajedrez y Educación, Leyenda del juego de ajedrez), y entre los recursos que le citaba para el arte de la vida, empiezo con el inicio mismo del juego.

Se puede ganar con negras. Una cuestión de apertura

Le supongo al tanto de que en este juego quien abre la partida con blancas tiene cierta ventaja, pues toma la iniciativa y el oponente ha de ir desde ese momento a remolque, es la razón por la que se decide a suerte el color con el que juega cada uno.

Es un condicionante, sí, pero no es determinante, no por ello han de ganar siempre las blancas, no es en absoluto decisivo el color, ya que con una buena estrategia se puede compensar dicha ventaja; de hecho, las negras ganan casi la mitad de las partidas y es que una apertura puede condicionar todo su desarrollo.

Y en la vida ocurre tres cuartos de lo mismo, con la resiliencia suficiente, lo que cuenta no es de dónde venimos, nuestro punto de salida, sino adónde llegamos, nuestra meta. Una idea que recoge un antañón refrán español, ‘Los gitanos no quieren a sus hijos con buenos principios’.

Un proverbio entendido como que las cosas más que empezarlas bien, lo que hay que hacer es terminarlas bien y para ello hay que hacerlo paso a paso lo que, dicho así, tiene todo el sentido del mundo.

Como los peones

Pero hete aquí que no todo el mundo piensa así, y de muestra le traigo un botón discrepante, nada menos que el del diletante escritor irlandés Oscar Wilde (1854-1900) quien nos dice, ’Nunca tendrás una segunda oportunidad para causar una primera buena impresión’. O sea que lo del principio importa, aunque también importe lo del paso a paso para el buen final.

No le refiero de manera explícita entradas relacionadas con el escritor, pues se trata de un viejo conocido del blog por diferentes motivos y durante muchos años, razón por la que dejo su búsqueda a su libre albedrio. Aunque no me privo de dejarle esta perla ajedrecista, ‘Si quieres destruir a un hombre, enséñele a jugar al ajedrez’.

Y vuelvo con el paso a paso que es como se mueven los peones de ajedrez, avanzando solo una casilla a la vez, excepción hecha de la primera que puede avanzar dos. Unas piezas modestas donde las haya sin duda alguna, que sin embargo pueden llegar a procurar una victoria. (Continuará)

[*] Introduzcan en [Buscar en el blog] las palabras en negrilla y cursiva, si desean ampliar información sobre ellas.

 


1 comentario :

Anónimo dijo...

una buena metáfora.