(Continuación) En concreto hasta 1582 que es cuando se empieza a instaurar progresivamente el calendario gregoriano, hace tan solo cuatrocientos cuarenta años, es decir que por los pelos estamos aún de cuadrigentésimo cuadragésimo (440.º) aniversario.
Y otras tantas contribuciones que no
desarrollaremos, pero de las que igualmente somos deudores, como: el hormigón;
nuestro idioma, que deriva del latín; el vidrio soplado; o
el horario que los romanos calculaban con la clepsidra o reloj de
agua, un invento egipcio que llegó a Roma a través de los griegos. También les
debemos los nombres
de los días de la semana.
La septimana, palabra latina de la que deriva nuestra semana, era el conjunto de siete días cada uno de ellos consagrado a una divinidad. Primero y último dedicados a la Luna y al Sol y los cinco restantes a dioses cuyo nombre llevan también los planetas conocidos por el hombre desde la antigüedad, por ser visibles a simple vista: Marte, Mercurio, Júpiter, Venus y Saturno.
Esotras
aportaciones romanas: deidades, fiestas y periódicos
Le sigo refrescando la memoria sobre
nuestras raíces romanas y así, en relación con el culto y las creencias
romanas, sean familiares o populares, estas eran de diferentes tipos: Lares (protectores
del hogar, caminos y ciudades); Penates (protectores de las despensas); Manes
(antepasados de los muertos); y Lemures (espíritus malévolos que
atormentaban a los vivos).
Se lo digo porque muchas de nuestras
creencias y fiestas populares son herederas de esa época, por decirlo de alguna
forma celebramos las mismas fiestas, y así, por poner solo un ejemplo, los Lares,
deidades guardianas en la antigua religión romana, y los lugares dedicados a su
culto se consagraron con posterioridad nada menos que a la Virgen María
y, en otras ocasiones, a santos protectores de los caminantes. O sea.
Es más, las bodas actuales se parecen bastante a las que se celebraban en los tiempos de los césares. Ah, los romanos tenían incluso periódicos, una especie de avisos públicos que se publicaban en ciertas localidades y que mantenían informados a los romanos de muchos de los acontecimientos civiles y militares que iban sucediendo; eran conocidos como Actas Diarias o Registros Públicos Diarios, siendo el primero de todos el Acta Diurna, creado por Julio César en el año 59 a.C.
Aquelotras
aportaciones romanas: privadas y públicas
En el campo de lo privado los romanos, masculino genérico,
mostraban gran preocupación por su aspecto y estética: se depilaban con frecuencia;
usaban cremas antiarrugas; les gustaba ir bien peinados; utilizaban
pasta dentrífica, naturalmente no de la misma composición que la actual.
(Continuará)
[*] Introduzcan en [Buscar en el blog] las palabras en negrilla y cursiva, si desean ampliar información sobre ellas.
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