‘Pale Blue Dot’ [CR-209]

[Esta entrada apareció publicada el 16 de diciembre de 2022, en la contraportada del semanario Viva Rota, donde también la pueden leer]

Por su alusión al tamaño y color, la conocida expresión ‘Canica azul’ no es la única asociada a la visión espacial de nuestro planeta; también está ‘Punto azul pálido’ tan conocida o más si cabe, pues es el nombre de la fotografía tomada el 14 de febrero de 1990 por la sonda espacial Voyager 1. 

Así que dieciocho años las separan, y no es la única separación a destacar entre ellas. Cuando la segunda se tomó, su cámara se encontraba bastante más alejada de la Tierra que cuando se hizo la primera, ‘Blue Marble’; se estima una distancia de 6 000 000 000 km del planeta, es decir del orden de ciento treinta y tres mil veces más lejos.

De ahí que, aunque conservando el color, la canica pasara a ser solo un punto y además pálido ya que, debido a la luminosidad del Sol, resultaría casi imperceptible. Una cuestión quizás de iluminación y proximidad al objetivo. Con todo, a principios de este siglo, en 2001, la fotografía fue seleccionada por Space.com como una de diez mejores imágenes científicas del espacio. 

Y le decía de ésta que es una expresión tan conocida o más si cabe porque, además de dar nombre a una fotografía como ella, también forma parte del título de un archiconocido libro publicado en 1994, que seguro estoy conoce, Un Punto Azul Pálido: Una visión del futuro humano en el Espacio, del astrónomo y divulgador estadounidense Carl Sagan (1934-1996).

Un título que, según declaró el mismo autor, está inspirado en la susodicha fotografía y en cuyo interior podemos leer: ‘Dentro de un milenio nuestra época se recordará como el tiempo en que nos alejamos por primera vez de la Tierra y la contemplamos desde más allá del último de los planetas, como un punto azul pálido casi perdido en un inmenso mar de estrellas’. 

Un libro en el que el autor, ganador del Premio Pulitzer, mezcla filosofía y ciencia para darnos una pedagógica visión de nuestro lugar en el universo como especie, y de cuya lectura podemos inferir cómo la ciencia ha revolucionado nuestra comprensión del dónde estamos y quiénes somos. No solo nos muestra al planeta como lo que es, una insignificancia cósmica, una mota de luz casi imperceptible por el fulgor del Sol, sino que nos desafía a que valoremos la forma en la que vamos a utilizar esos conocimientos.

Visto en perspectiva es la secuela de su otro libro, Cosmos: un viaje personal de 1980, la continuación del espectacular viaje científico que inicia en él y con el que hizo descender a la Tierra la magnificencia del universo, haciéndola accesible a millones de personas. Probablemente Cosmos sea el libro científico más vendido de la historia.

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