Aspirina y nuestras letras
A la archiconocida pastilla la encontramos en el epistolario
de 1924 de la española María Zambrano (1904-1991), quien ya anciana
recibió los dos máximos galardones literarios concedidos en España: el Premio
Príncipe de Asturias, 1981, y el Premio Cervantes, 1988. Asimismo, se
la nombra en el teatro, en concreto en la obra de tres actos Un
marido de ida y vuelta estrenada en 1939 y escrita por el español Enrique
Jardiel Poncela (1901-1952).
También en la colección de artículos de Julio
Camba (1884-1962), Esto, otro y lo de más allá de 1945; en el
dietario del español Josep Pla (1897-1981), El quadern gris de 1966; y en
los textos memorialistas del colombiano Héctor Abad Faciolince (1958), Las
traiciones de la memoria de 2009.
Y dan testimonio de su popularidad -personalmente o poniéndolo en boca de sus personajes, como medio y remedio para paliar sus cefaleas- autores como: Jacinto Benavente (1866-1954), Rosa Chacel (1898-1994), Ramón J. Sender (1901-1982), Juan Carlos Onetti (1909-1994), Adolfo Bioy-Casares (1914-1999), Augusto Monterroso, (1921-2003).
Y otros muchos más como Álvaro Mutis, (1923-2013), Claribel Alegría (1924-2018), Lizandro Chávez Alfaro (1929-2006), Elena
Poniatowska (1932), Manuel Vázquez Montalbán (1939-2003), Vlady Kociancich,
(1941), Osvaldo Soriano (1943-1997), Zoé Valdés (1959), Ignacio Martínez de Pisón (1960). En fin, ad infinitum.
Naturalmente, tan afamado analgésico no podía faltar
ante este, y para algunos, supuesto nuevo género literario conocido como ‘tuiteratura’,
sí ha leído bien, una especie de constructo, un objeto que es sólo ideal pues
su existencia depende de la mente del sujeto en cuestión.
Pues eso tuiteratura, actividad entendida como el arte de contar historias en los hilos de Twitter, ya ve por dónde voy, y sirva de ejemplo esta muestra: “La aspirina elimina los estúpidos pequeños dolores, hace los días más llevaderos y ha aumentado el bienestar del mundo. Para los grandes dolores están la morfina y la religión” ¿Qué le parece? ¿Cree que está el futuro de la literatura en las redes sociales? ¿Será un signo de los tiempos?
Permítame un nexo más, éste musical y un poco traído
por los pelos, cierto es, pero que tiene su aquél cuantitativo pues es doble. De
un lado, resulta que hay una frase médico-musical que relaciona el fármaco con
un músico y reza así: ‘La música pop es la aspirina y el blues son las
vitaminas’, que estará conmigo como letra no suena nada mal, aunque quizás el resultado
final, dependa con qué música la cantemos. Me explico. (Continuará)
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