(Continuación) A destacar que el artista panameño-español ha aparecido en las redes sociales durante varios momentos de la pandemia, negando de una forma u otra los diagnósticos científicos del coronavirus y la enfermedad, así que la portada resulta francamente reveladora de lo que piensa el grupo musical de Bosé, uno de los más conocidos y recientes negacionistas en nuestro país.
Pero, naturalmente, hay algo más allá de lo que
se ve en la portada. Lo mollar empieza ahí, pero la chicha está dentro.
Vídeo y música
Mientras escribo estas líneas estoy viendo y
escuchando el vídeo de la canción, y tras un arranque de la misma
con una distorsión guitarrera de los noventa, el quinteto da paso a lo que a mí
me suena como un pop ligero.
Una buena combinación a mi entender de melodía y
distorsión, sin flamenco ni psicodelia, que se acompaña de imágenes del
inefable Bosé y el ‘rarólogo’ Iker Jiménez (1973) -tito tatín, tatín, ta
tito tito tin...- y su ‘modus vivendi’ de dar pábulo desde la televisión a
cualquier teoría conspiranoica.
Unos rostros a los que siguen: diferentes dictadores como Hitler, Stalin o Mussolini;
personajes conocidos como Donald Trump o Bill Gates; o escenas de
abusos policiales. Vamos lo mejorcito de cada casa, y así durante los 3,40
minutos que dura la canción.
Una composición que sus autores definen como
“música popular contra la propaganda, la incompetencia, el conformismo y la
pereza, para decir no. Al estúpido, no. Al malvado, no. Al Estado, no. A las
corporaciones, no. A la incertidumbre, no. A la desinformación, no. Al
ventajista, no. A la angustia, no. A la disidencia programada, no”.
Música y letra
Sin duda estamos ante toda una declaración de intenciones que se refrenda con humor, ironía y cierta visión revolucionaria en la letra, para muchos descomunal, valiente y directa, por la forma en la que arremeten contra Miguel Bosé y sus falaces y ridículas declaraciones cuestionando la pandemia, el uso de mascarillas, la existencia del virus, etcétera. Pero le decía que la chicha está en la letra, de modo que le dejo con ella:
‘Si me dices, cosas que no son verdad / No te voy a
creer /
Si me engañas con estadísticas falsas / Que van
cambiando según tu interés /
Voy a convertirme en un negacionista / En un
seguidor de Miguel Bosé /
No voy a hacer ningún colaboracionista / De un
régimen que tiene que caer /
Si me dices, que la tierra es plana / No te voy a
creer /
Si me cuentas, que esto es la democracia / Y que la
gente tiene el poder /
Voy a convertirme en un negacionista / De un sistema que lo hace todo al revés /
No voy a ser ningún colaboracionista / De un
régimen a punto de caer /
Vuestras tácticas, de disidencia programada / No os
van a servir /
Son las propias de un régimen que se agota / Y se
revuelve antes de morir /
Yo siempre seré un negacionista / De los dictadores
que usurpan el poder /
No voy a ser ningún colaboracionista / De los amos
malthusianos del 5G /
Yo siempre seré un negacionista / De los que me
esclavizaron con el 4G /
No voy a hacer otro afirmacionista / De los que me
lo robaron todo con el 3G’.
[*] Introduzcan en [Buscar en el blog] las palabras en negrilla y cursiva,
si desean ampliar información sobre ellas.
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