Para evitar cualquier dilación aclaratoria, vaya el no por delante. Desde el punto de vista de la ciencia, no es lo mismo un hongo que una seta.
Aunque no es menos cierto el hecho que, coloquialmente hablando, se suelen
confundir ambos términos o, mejor dicho, a utilizarlos indistintamente como si
fueran la misma cosa. Vamos que donde dije seta, digo hongo y, donde dije
hongo, pues digo seta.
Que no es que esté bien, pero que vamos, tampoco es que esté tan mal, al
fin y al cabo todos sabemos de lo que estamos hablando. O sea.
Pero como en puridad no son lo mismo uno que otra, y esta tribuna pretende
tener cierto rigor científico, veamos que nos dice la ciencia. Sin entrar muy
al fondo de la micología, pero
gracias a ella, podemos encontrar algunas diferencias fundamentales entre sus
significados.
Sin embargo, la más llamativa y práctica por lo que de ilustrativa tiene es
la siguiente. Sepan que por lo general, lo que vemos en el campo a ras de suelo
son las setas o carpóforos (en realidad el fruto), la parte visible del hongo, estando el resto bajo tierra (el micelio).
Luego el hongo es el todo y la seta
sólo una parte del mismo. Estamos pues ante un organismo (hongo) que, para
estos intereses que nos trae, consta de dos partes: una visible, la seta, en
realidad sus fructificaciones, y una invisible, el micelio, algo así como sus
raíces, aunque no exactamente.
No me
llames hongo, llámame seta
Micológicamente hablando, leyendo ahora con algo más de profundidad en esta
ciencia y mirando de abajo arriba al hongo, nos encontramos primero con su raíz,
ubicada bajo tierra.
Está constituida por el micelio,
que es el cuerpo vegetativo del
hongo y formado a su vez por una red de filamentos cilíndricos conocidos como hifas. Cientos de hilitos minúsculos constituidos
por una fila de células alargadas y tubulares, envueltas por una pared celular
compuesta de quitina.
Un glúcido, sacárido o
carbohidrato -compuesto por átomos de carbono (C), hidrógeno (H) y oxígeno (O)-,
encargado de formar la estructura de algunos seres vivos. De algunos porque la quitina,
no sólo forma parte de la pared de las células vegetales, también es el
principal constituyente del resistente exoesqueleto de los artrópodos y de algunos órganos de otros animales.
Una masa de hifas, el micelio, que recuerden no son comestibles.
Siguiendo nuestra marcha hacia arriba en el hongo, y ya en la superficie terrestre
se encuentra propiamente la seta que,
desde el punto de vista biológico, actúa como aparato reproductor del hongo, y es que es su fructificación o
fruto.
La seta es el único elemento de un hongo que puede formar parte de un plato gastronómico. Puede, itero, ya que
esta parte del hongo sólo en ciertos
casos, ojo sólo en ciertos casos, sí
es comestible.
Creced y multiplicaos
Los que gustan y saben de recolectar setas lo hacen principalmente en
primavera y otoño, pues son las mejores épocas del año, y cuando su proceso de
crecimiento dura entre unas horas y unos pocos días. La razón es, naturalmente
ya se lo imaginan, científica.
Resulta que el hongo, como ser vivo que es, necesita de unas condiciones de
temperatura y de humedad concretas para su existencia y supervivencia. En
verano e invierno se dan las adecuadas para que el micelio crezca y se extienda bajo tierra, en un proceso que se
conoce como crecimiento vegetativo. (Continuará)
2 comentarios :
Buen artículo acerca de esta pregunta que no todo el mundo tiene clara. En mi blog he escrito un post que complementa tu artículo que igual te puede interesar
http://lacasadelassetas.com/blog/cual-es-la-funcion-de-las-setas-en-el-bosque/
Saludos
Gracias
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