(Continuación) Y naturalmente el genial y dinámico como científico, pero
mezquino, huraño y neurótico como persona,
Newton, el segundo de los hombres más importantes que ha dado la Humanidad
y, quizás, el más decisivo en la historia (He
visto más lejos que otros hombres, y es porque...). Lo suyo fue la dinámica celeste.
Un Newton que por cierto tuvo como némesis a todo un hombre de mundo, el elegante
alemán Leibniz, que además de (co)inventar
el indispensable cálculo infinitesimal
con su enorme influencia en el desarrollo de la ciencia, fue también un
destacado diplomático. Aquí, seguro que lo saben, hay tema del que quema.
En pleno
siglo XVIII
A lo largo de esta centuria se agolpan entre otros científicos, el retraído
y misógino, primer medidor de la constante de gravitación universal (G), Cavendish, cuya timidez llegaba a tal extremo que le impedía cruzarse, y mucho
menos hablar con las mujeres que servían en su casa ¿Solución?
Construyó unas escaleras y pasillos por donde sólo ellas se movían y se
comunicaba por notas escritas que les dejaba. Hay también otras anécdotas suyas
que si yo les contara, por su enjundia humana digamos, hasta dudarían de su
autenticidad. Un “hidrogénico” sin duda nuestro hombre.
Y cruzando el canal en un sentido y otro tenemos bizarros ejemplares en
ambas orillas.
Para empezar al ‘padre de la química moderna’, nada menos que el poco
afortunado en lo personal Lavoisier,
de enorme influencia política y económica durante la Revolución Francesa, pero
que no acabó bien por mor del invento de la guillotina. La “lagrangiana” cita
sobre él retrata la gravedad del momento (Sólo
un instante para cortar esa cabeza. Puede que cien años no basten para darnos
otra igual).
O al atómico, matemático, meteorólogo y daltónico Dalton, porque han de saber que daltonismo viene de Dalton y que es cosa de hombres. También el
niño prodigio en las cuentas, reconocido “príncipe de las matemáticas” después
y siempre hombre distraído y enamorado, Gauss. (Padre,
has hecho mal la cuenta, el resultado debe ser...).
Y como no, al hijo del herrero, el autodidacta contumaz y humilde Faraday, el gran invento de Davy, que devino en científico e
inventor electromagnético y termodinámico. No sé si saben que fue Faraday quien
en realidad fabricó el primer mechero Bunsen.
No se fie de lo que dicen por los mentideros de las ciencias.
Si no vean el caso del cirujano militar Barry o el secreto del doctor.
Si no vean el caso del cirujano militar Barry o el secreto del doctor.
En el
siglo XIX
Empezando por el evolucionista al final, poco prometedor estudiante en los
comienzos, y viajero curioso y observador en el ínterin, el naturalista inglés Darwin, uno de los grandes sin duda. Continuando
con el reconocido, respetado y homenajeado en el mundillo de las ciencias lord Kelvin, que no obstante tuvo sus
sombras y penumbras científicas-tecnológicas, a la hora de predecir sobre el
futuro.
Y claro no puede faltar en este prontuario bizarro de científicos el ‘buldog’
de Darwin y el polémico debate creacionismo
vs evolucionismo de gran trascendencia. Me refiero al naturalista Huxley, T.H. naturalmente, lo digo porque los Huxley son toda una saga de
eminencias.
El nuestro de hoy, T.H., sin duda un buen amigo y todo un perro de
presa en lo dialéctico. (El Señor lo ha
puesto en mis manos). (Continuará)
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