(Continuación) Ni que decirles tengo que no están todos los que son, ya les
previne que no tenía ninguna intención de ser exhaustivo, pero sí que son todos
los que están, o al menos eso quiero creer. Así como que la muestra ofrecida les permitirá
hacerse una idea de lo que pretendo.
Los científicos, como los artistas, son como el resto de los humanos en lo
que se refiere a sus caracteres, personalidades, aficiones, etcétera. Al fin y
al cabo humanos, demasiado humanos, al decir del filósofo intelectual. Y por
tanto no son del todo ciertos esos clichés en los que se les encasilla.
Resumiendo
que es gerundio
Como entre el resto de los mortales, en los científicos encontramos a locos,
mujeriegos, misóginos, neuróticos, mezquinos, valientes, cobardes, mártires,
delatores, envidiosos, nobles y villanos.
Claro que también a dandis, víctimas, verdugos, ricos, pobres, flacos,
fornidos, débiles, heterosexuales, homosexuales, deportistas de élite,
generosos, envidiosos, enfermos, reconocidos, perseguidos e ignorados.
Y por supuesto a mujeres, no en
vano ellas constituyen el cincuenta por ciento (50 %) de la Humanidad, un
detalle cualitativo que a veces se olvida y un potencial cuantitativo que muchas
veces no entra en los cálculos estadísticos.
De modo que ya de la que va lo iteramos para que quede claro. Aunque no lo
parezca, Ciencia se escribe en femenino, singular.
Vamos que en román paladín, encontramos de todo como en botica, si bien
todos ellos tienen algo en común. Unas características que comparten y que de
algún modo les unen, a pesar de la evidente disparidad que existe entre ellos.
A mi limitado entender éstas podrían ser sobre todo: la curiosidad despierta, la
pasión sentida y el tesón aplicado en el trabajo realizado de forma rigurosa.
Pero nada de los prejuicios y estereotipos acerca de cómo algunas encuestas
dicen que los vemos, motivados en buena parte por nuestra propia ignorancia y, en
otro tanto, por la influencia de la literatura, el cine, la televisión, la
publicidad y la prensa escrita.
Ya saben, por ponerles sólo un ejemplo, individuos con gafas que portan una
bata blanca, a ser posible con el nombre puesto en el bolsillo superior y que,
por supuesto, contiene un montón de bolígrafos.
Un tipo que por otro lado se desenvuelve mucho mejor entre el material de vidrio
y los instrumentos de medición del laboratorio, que entre el resto de los
humanos cuyo contacto le resulta problemático.
Un “rarito” que dado el caso puede llegar a ser incluso peligroso, a causa
de su escaso o nulo criterio ético y moral a la hora de poner en marcha un
controvertido experimento. En fin, que marchando uno de arquetipos populares de
científicos.
Arquetipos
populares de científicos
O lo que es lo mismo, de modelos
de los que se pueden derivar otros tantos y que no han faltado a lo largo de la
historia, en muchos de los campos del conocimiento humano, sea éste el de las ciencias o el de las artes.
Dentro del primero podemos encontrar a disciplinas como: la sociología del
comportamiento, la filosofía, la biología, la física, la psicología analítica, la
química, la cibernética, la arqueología, etcétera.
Y en el segundo, el de las
artes, distintos apartados como: arquitectura, escultura, pintura, música,
danza, poesía, cine, televisión, literatura, tebeo, videojuegos, arte digital,
aeromodelismo, fotografía, etcétera. (Continuará)
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