(Continuación) Aunque no disponga de ningún telescopio es posible observar a simple vista el fenómeno de las lluvias de meteoros, que a lo largo de esta estación se producirán de forma ocasional.
La
primera importante del otoño es la de las Dracónidas, entre el 6 y el 10
de octubre y cuyo máximo se da hacia el 8 de octubre y que vendrán seguidas de
las Oriónidas, visibles entre el 2 de octubre y el 7 de noviembre, con
máximo hacia el 21 de octubre.
Otra
lluvia de meteoros popular en esta estación son las Leónidas, visibles
entre el 6 y el 30 de noviembre cuyo máximo se da alrededor del 17 de noviembre
y que ocasionalmente llega a ser muy intensa.
Pero
la lluvia de estrellas más intensa de las otoñales suele ser la de las Gemínidas,
visibles del 4 al 17 de diciembre y cuyo máximo ritmo se da alrededor del 14 de
diciembre. Sin olvidarnos de las Úrsidas que irrumpirán entre el 17 y el
26 de diciembre, con el día 22 como el momento de máxima actividad.
Mirando al cielo otoñal: Estrellas y
constelaciones
En cuanto a las estrellas visibles al anochecer en otoño, destacará el triángulo de verano, formado por Deneb en el Cisne, Vega en Lira y Altair en el Águila, que seguirá siendo visible durante la primera parte de la estación, aunque gradualmente a menor altura sobre el horizonte oeste.
En
lo que respecta a esas agrupaciones ficticias de estrellas que conocemos como
constelaciones, sólo decir que a medida que avancen los meses, veremos surgir
por el este las constelaciones de Pegaso, Andrómeda y Perseo, y al final de la
estación aparecerán las constelaciones de Tauro y Orión, que alcanzarán su
máximo esplendor durante las noches de invierno.
Ahora
es quizás el mejor momento para observar la Galaxia de Andrómeda (M31) en toda
su majestuosidad, mientras que El triángulo de verano, formado por Deneb en el
Cisne, Vega en Lira y Altair en Águila, seguirá siendo visible durante la
primera parte de estas noches, aunque gradualmente a menor altura sobre el
horizonte oeste.
Por
el este también veremos surgir la constelación de Tauro y más tarde el cazador
Orión, que alcanzará su máximo esplendor durante las noches de invierno. Y
alrededor de la estrella Polar se verán a lo largo de la noche Cisne, Casiopea,
Osa Menor y Jirafa.
Actividad solar
Como bien sabe la actividad de nuestra estrella se caracteriza por la presencia en su superficie de manchas, fulguraciones y protuberancias que en la Tierra suelen producir alteraciones en la propagación de las ondas de radio y una mayor presencia de auroras polares.
Se
trata de una actividad que sigue un periodo de aproximadamente once (11) años
asociado al ciclo magnético del Sol. En la actualidad nos encontramos en el
ciclo solar número veinticinco (25), iniciado en diciembre de 2019 y que, según
las predicciones, alcanzará su máximo en julio de 2025.
[*] Introduzcan en [Buscar en el blog] las palabras en negrilla y cursiva,
si desean ampliar información sobre ellas.
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