(Continuación) Para Comte y como explica en su Course..., debido a la naturaleza de la mente humana cada una de las ciencias o ramas de este saber debe pasar por tres estadios teoréticos diferentes, a saber: el teológico o estadio ficticio, el metafísico o estadio abstracto y el científico o positivo. Aquí hay tema digno de ser enrocado.
De la sociología
Por cierto, fue el
francés quien propuso estudiar a la misma sociedad como sistema, con la
metodología de las ciencias naturales, de ahí que sea considerado también como uno
de los fundadores de la sociología.
Desde entonces una ciencia
social que se encarga del análisis científico de la sociedad humana o población
regional y de las relaciones que se establecen en ellas; de hecho, él acuñó el
término en 1824 (del latín socius, “socio”, “compañero”, y el sufijo
griego -loguía, “tratado”, “estudio”).
Estamos pues de celebración de su ducentésimo (200.º) cumpleaños si bien la primera vez que apareció impresa esta palabra fue en su “Curso de filosofía positiva” (1838-1842); sí, más tema para enrocar pero no ahora, porque de lo que nos trae aún queda tela por cortar.
Una afirmación (demasiado) rotunda
Resulta que nuestro
francés también comete uno de esos errores hasta cierto punto frecuente y de
los más pretenciosos en el campo de la ciencia, pensar que precisamente él es
el único testigo de un fenómeno insólito.
Ni más ni menos que el
fin de una ciencia, el agotamiento de los conocimientos que nos pueda aportar y
por ende que poco más queda por descubrir. Pues bien, ni lo uno ni lo otro ni
lo estotro, es evidente que a pesar de su empeño Comte no llegó a
entender cabalmente la naturaleza de la ciencia.
Pero ojo que él no fue ni el primero ni el último en padecer esta especie de mediocre ceguera temporal, de la que no se escapan ni las mentes más brillantes, y que a veces se convierte en toda una paradoja como es el caso.
Falacia de Comte
Paradoja digo porque, si
en el sentido mismo del positivismo comtiano se trata de un progreso ¿entonces
por qué el optimista francés, apóstol precisamente del progreso, fue tan
determinante en su negativa?
En mi prescindible
opinión porque asumió que la obtención de esas pruebas sería una tarea
físicamente imposible y erró. Nunca se debe decir nunca y menos en ciencias que
sabido es avanzan que es una barbaridad, y esta cita sin ir más lejos es un
buen ejemplo. ‘Solo hay una máxima absoluta y es que no hay nada absoluto’. (Continuará)
[*] Introduzcan en [Buscar en el blog] las palabras en negrilla y cursiva, si desean ampliar información sobre ellas.
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