(Continuación) Salvo que fue en estos tratados científicos sobre la fragmentación de la luz y el color donde se basaron para elaborar su técnica del puntillismo a partir del impresionismo, una especie de neoimpresionismo (Fénéon, 1886) que aparece en Francia encabezado por el pintor francés Georges Seurat (1859-1891).
Quien en 1884 llevó la discontinuidad del
trazo al límite, transformando las ya acortadas líneas en puntos o manchas, una
división de tonos por la posición de toques de color que mirados con la lejanía
adecuada consiguen formar en la retina las combinaciones deseadas; es de
obligada mención Paul Signac (1863-1935), número dos de este grupo de
artistas.
En el puntillismo o divisionismo las composiciones
se crean aplicando puntos de color puro unidos unos a otros, de modo que visto
el lienzo a distancia, el ojo humano los fusiona y convierte en áreas de color
sólido.
Mezcla
química vs mezcla óptica
De esta manera el espectador puede apreciar las formas y los colores que el artista buscaba representar, sin que éste tenga que efectuar una mezcla de pigmentos en la paleta, siendo en realidad una mezcla óptica del color punteado en la tela que se reconstruye fisiológicamente en la retina del observador.
El colorido, por tanto, se vuelve un asunto completamente
científico, una asociación que a primera vista puede parecer poco menos que un
acto sacrílego contra la ciencia pero que si se hace a segundas, no es difícil
encontrar relaciones conceptuales entre ambos campos de conocimientos humanos
(artes y ciencias).
Sorprendentes vínculos que se extendieron a otros medios
como la fotografía o el cine, originando un significativo y duradero impacto en
la cultura de la época. Y es que suponer que las ideas científicas, artísticas
o filosóficas que nacen en un momento determinado de la historia están
desconectadas entre sí, quizás sea una suposición igualmente arriesgada.
Lógica impresionista
Porque dichos nexos existen, unos quizás sean casuales, otros coincidentes, incluso estotros, por qué no, productos de la imaginación o así lo pienso al menos; naturalmente, y en cualquier caso, las conclusiones finales son suyas paciente lector que ha llegado hasta aquí.
Por supuesto que tuvo que pasar un tiempo
antes de que la gente apreciara este nuevo estilo, en el que la distancia
adecuada con la obra abría todo un mundo de posibilidades y en el que cada
trazo, discontinuo y aparentemente fortuito, se funde en nuestros ojos dando
vida y realismo a las pinturas. (Continuará)
[*] Introduzcan en [Buscar en el blog] las palabras en negrilla y cursiva,
si desean ampliar información sobre ellas.
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