(Continuación) De este modo la mecánica cuántica puede ser vista como el impresionismo de la ciencia, al igual que el impresionismo pictórico puede ser equiparado a la cuántica del arte, un abandono de la continuidad en favor de la discontinuidad donde la distancia o escala en relación a lo que perciben nuestros sentidos juega un papel crucial.
Entre revoluciones
Y si en 1874, con la obra ‘Impresión, sol naciente’ de Monet (1840-1926) nacía la revolución pictórica, un cuarto de siglo después, en 1900, el físico alemán Max Planck (1858-1947) inauguraba la mecánica cuántica al conocer los insólitos resultados de los experimentos de radiación de cuerpo negro.
Luchando
contra todas sus creencias y conocimientos científicos manifestó que no solo la
materia, también la energía está hecha de unidades discretas o paquetes
llamados cuantos; ni que decir tiene que la distancia que nos separa del
mundo cuántico es incomparablemente mayor que la necesaria para contemplar un
cuadro impresionista; eso es una obviedad.
Sin embargo, el concepto que se maneja en ambos movimientos es notablemente semejante, sí, los trazos impresionistas de la naturaleza se llaman cuantos; como se puede imaginar la cosa no quedó ahí, en las décadas siguientes colaboraron en su desarrollo diferentes científicos como Heisenberg, Schrödinger, Dirac, De Broglie, Pauli, Bohr y Fermi. Vamos lo mejorcito de cada casa.
Divisionismo
revolucionario
Por supuesto también el relativista Einstein puso su
granito de arena pues si los impresionistas (y puntillistas) comprendieron que
al aumentar la escala lo discontinuo se transformaba en continuo, él logró algo
equivalente para la ciencia, pero en sentido inverso, con la disminución
de la escala lo continuo se transformaba en discontinuo.
Es una obviedad que la distancia que nos separa del mundo cuántico es incomparablemente mayor que la necesaria para contemplar un cuadro impresionista, eso es indudable, pero también lo es que el juego conceptual de ambos movimientos sea notablemente semejante.
Los procesos de conjunción entre luz y
distancia, así como el de transformación discontinuo-continuo, desempeñan un
papel fundamental en el impresionismo y constituyen la base conceptual de la paradigmática
física cuántica.
No obstante, cabe que aún hoy se desconocen
las leyes que transforman lo cuántico en lo no cuántico o clásico. Y hasta aquí
lo que le quería contar del cuadro de Monet y la física cuántica. Me
gustan las teorías de la relatividad y cuántica, porque no las entiendo, D.
H. Lawrence. (Continuará)
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