Y aquí continuo, aunque es probable que no lo recuerde pues apareció entre los primeros reconocimientos sevillanos de este De Ciencia por Sevilla, este pasado abril hará dos años, y la susodicha se encuentra en la fachada de la calle María Auxiliadora.
La orientada al noroeste y a un lado de la
puerta principal con su impresionante rótulo nominativo, LABORATORIO
MUNICIPAL, y cronológico, AÑO 1912; se trata de una cartela en la
que reza “R. Cajal” que, como le decía anteriormente, por su redacción,
parece dar la razón al camarero y su “Don Ramón”.
Ramón y Cajal y la hipnosis
Mundialmente conocido por sus aportaciones a la neurología y la neurociencia, no lo es tanto, aunque no por ello menos importante, por sus estudios sobre la hipnosis que por aquellos años empezó a tener un cierto auge junto al psicoanálisis (S. Freud), el espiritismo (Alan Kardec y las hermanas Fox) y otros fenómenos parapsicológicos que resultaron ser pseudociencias, y atrajeron su atención investigadora por aquello de ser “paranormales”.
Todo empieza a partir de 1875 cuando un joven Santiago inicia su doctorado en Valencia y
donde no todo es investigación reglada, leva en paralelo otra que no lo es,
aunque no por ello menos rigurosa, con respecto a la hipnosis, el espiritismo y
la parapsicología.
En lo que respecta a la primera, la hipnosis, o como también era conocida sonambulismo artificial o sugestión, estaba en auge tanto por el interés de figuras de la talla de Mesmer, Charcot, Liébeault, Bernheim o Beaunis, como por su supuesta relación con teorías como la del magnetismo animal.
Naturalmente esto intrigó al doctorando quien se
dispuso a investigarla de manera empírica y desde el escepticismo -que
procede del griego skeptikós y significa “investigación rigurosa”-
estando muy interesado en comprobar qué parte de ciencia y qué de superchería
había en ella.
No olvidemos que la supuesta explicación del
fenómeno remitía a facultades o poderes del cerebro, objeto de su
atención académica. O sea que.
Hipnosis
y ciencia
Y cuando separó el grano de la paja afirmó que la hipnosis es un fenómeno real, si bien está cargado de mitos y falsedades de los que se aprovechan los hipnotizadores de ferias y espectáculos varios, y los pseudocientíficos de bata blanca.
Su conclusión por tanto fue ambivalente: los
efectos de sugestión podían ser eficaces y salutíferos en un contexto
controlado, pero también podían tener fines perversos y espurios si la
practicaban personas sin reparos morales. (Continuará)
[*] Introduzcan en [Buscar en el blog] las palabras en negrilla y cursiva,
si desean ampliar información sobre ellas.
[**] El original de esta entrada fue
publicado el 27 de noviembre de 2023, en la sección DE CIENCIA POR SEVILLA,
del diario digital Sevilla Actualidad.
ÍNDICE
No hay comentarios :
Publicar un comentario