martes, 13 de febrero de 2024

¿A qué huele la lluvia? Tres olores, tres. Petricor y ciencias

(Continuación) Se estima que los humanos podemos detectar geosmina en concentraciones tan bajas como cinco partes por billón (5/1 000 000 000 000), equivalente, para que se haga una idea, más o menos a una (1) cucharada de la misma en doscientas (200) piscinas olímpicas.

Por otro lado, esta sustancia nos aporta beneficios para la salud, pues actúa como fuente de muchos antibióticos, y tiene aplicaciones en perfumería, donde la molécula natural se biosintetiza en el laboratorio, sin olvidarnos de su papel en la evolución animal.

Geosmina y supervivencia

Al igual que ocurre en los seres humanos, en concreto esta sustancia resulta esencial para la supervivencia de algunos animales en el desierto, sobre todo de los camellos, para los que el hecho de percibir su olor es una pista olfativa inequívoca de la presencia de agua; de un oasis cercano que le abastezca de agua y le hidrate.

Pero la geosmina no es la única sustancia que contribuye al “olor a tierra mojada”, no, existe otra procedente también del suelo, pero en particular de las rocas, y que pasa al aire al mismo tiempo, cuando la lluvia cae sobre ellas, recibe el nombre de petricor.

Diversos estudios [Bear y Thomas, 1965] sugieren que la geosmina y ciertos aceites exudados son expulsados por las plantas durante las temporadas secas, para retardar la germinación de las semillas y el posterior crecimiento, y así minimizar la competencia por el agua; unas sustancias que se acumulan en diferentes suelos y rocas.

“Olor a tierra mojada”: Petricor, 1964

Se trata de un proceso que no fue estudiado hasta 1964, sesenta años lo contemplan, por dos geólogos australianos, I. J. Bear y R. G. Thomas, que lo llamaron en inglés “petrichor”, apareciendo por primera vez en la revista Nature donde lo describieron como “el olor que deriva de un aceite exudado por ciertas plantas durante periodos de sequía”.

Un aceite que queda absorbido en la superficie de las rocas, principalmente sedimentarias como las arcillosas, que al ser golpeadas por la lluvia es liberado a la atmósfera junto a otro conocido compuesto, la geosmina. Los dos juntos son los causantes de lo que denominamos el “olor a tierra mojada”, un proceso bioquímico.

Etimológicamente el término compuesto deriva del griego pétros, ‘piedra’ e ichór, ‘sangre de los dioses’ y es que, en la mitología griega el icor es la esencia que corre por las venas de los dioses en lugar de la, animal, sangre; no en vano ellos son homéricos y divinos. (Continuará)

[*] Introduzcan en [Buscar en el blog] las palabras en negrilla y cursiva, si desean ampliar información sobre ellas.


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