martes, 11 de agosto de 2020

¿Es de oro esta joya? Métodos caseros: Prueba térmica

(Continuación) Nos servirá a la perfección uno de neodimio (Nd) que podemos adquirir fácilmente en el comercio. Bastará con aproximarlo a la joya y observar: si ésta se siente atraída y se pega a él, ¡malas noticias!, definitivamente no es oro; si por el contrario la pieza se aleja del imán, entonces es posible que sea de oro.
Puede que le parezca un procedimiento algo rudimentario utilizar un simple imán de neodimio, pero créame si le digo que es de lo más efectivo, de hecho, es uno de los primeros que suelen hacer los profesionales dada su rapidez, economía, facilidad y fiabilidad.
Adenda cultureta electromagnética
La base teórica de este comportamiento la estudiamos en la física bachillera donde aprendimos, dentro de la Teoría del Electromagnetismo de Maxwell (TEM), que las sustancias según su comportamiento magnético, se clasifican en:
a) Sustancias ferromagnéticas. Son fuertemente atraídas por un imán; además de ser muy imantables. Entre estas sustancias se encuentran: hierro (Fe), níquel (Ni), cobalto (Co), acero y sus aleaciones, etcétera.
b) Sustancias paramagnéticas. Son atraídas débilmente por un imán y prácticamente no se imantan. Entre ellas se encuentran: aluminio (Al), platino (Pt), paladio (Pd), oxígeno líquido O2 (l), cloruro de Fe (III), etcétera.
c) Sustancias diamagnéticas. Son repelidas débilmente por un imán. Entre ellas se encuentran:  cobre, oro, plomo, agua, mercurio, etcétera. Es decir que el oro es un material diamagnético que, lejos de sentirse atraído por un imán, experimenta una débil repulsión.
Prueba térmica: Con fuego
Se realiza aproximando la joya a la llama de un mechero o de una cerilla durante un minuto (1 min), y su comportamiento nos dirá si es de oro o no. Si la joya solo se calienta y no se oscurece ni se “quema”, entonces es de oro. Si se altera, deteriora o derrite entonces mal asunto, no ya por su no autenticidad sino porque habrá dejado desperfectos permanentes en la joya. Precaución si no está convencido de su naturaleza y composición.
Recuerde que lo suyo es acudir a un profesional de garantía. Esperando que le hayan resultado interesantes, y por qué no útiles, estos métodos digamos físicos (observación, acústicos, de dureza, hidrostático, electromagnético o térmico) paso a enrocarles ahora una manita de pruebas químicas. (Continuará)
[*] Introduzcan en [Buscar en el blog] las palabras en negrilla y cursiva, si desean ampliar información sobre ellas.


1 comentario :

un roteño dijo...

Espero que continúe el artículo ‘¿El dinero huele?', publicado en el diario digital ‘Rota al día’ del pasado 08 de agosto?