[Esta entrada apareció publicada el 24 de julio de 2020, en la
contraportada del semanario Viva Rota, donde también la pueden
leer]
¿Es lo mismo uno que
otro?, pues como dijo el castizo va a ser que no. De hecho, ni siquiera son
términos sinónimos, aunque eso sí, pueden estar tan relacionados que muchas
personas tienden a asociarlos, confundiéndolos. Así que será mejor que vayamos
por parte, como dice mi carnicero.
Acerca del diamante
Desde el campo de la
ciencia, se trata de una de las formas alotrópicas en las que se presenta en la
naturaleza la sustancia simple carbono, C(s), constituida sólo por el elemento
químico carbono C. y claro está que es una de las cinco gemas o
piedras preciosas así consideradas por el hombre (amatista, diamante,
esmeralda, rubí y zafiro) y quizás la más popular, debido a sus destacables
propiedades mecánicas y ópticas: alta rigidez y estructura cristalina que le
dan gran dureza, gran trasparencia y alta dispersión refractiva que le hacen
tener un brillo especial, etcétera. De ahí su relevancia en gemología y
joyería, donde es muy valorado.
Acerca del brillante
Y mientras que el
diamante, por lo dicho anteriormente, es algo físico y material, el brillante
por el contrario no lo es tanto al tratarse, en principio, de uno de los tipos
de corte o talla que se le puede dar a cualquier piedra preciosa, para resaltar
sus propiedades estéticas como pueden ser brillo, transparencia, geometría. Han
de saber que existen, además, varias tallas, entre otras: óvalo, corazón,
marquise, esmeralda, pera, baguette o cuadrado. En concreto la talla brillante
presenta una forma cónica-redonda y consta de cincuenta y seis (56) facetas o
caras, más una parte superior llamada corona y una inferior denominada
pabellón. Por su elevado número de caras, la de brillante, es de las tallas que
más reflexiones de la luz producen dentro del diamante y, por ende, más
brillante lo hacen.
Diferenciando, que es gerundio
Así que ya puede ver que,
aunque guardan una estrecha relación, no es lo mismo un diamante que un
brillante. En estricto lenguaje profesional, a un diamante se le suele hacer la
talla brillante para resaltar sus propiedades, mientras que en la calle,
coloquialmente, la mayoría de las personas confunden ambos términos y los
utilizan como sinónimos. Todo lo más, algunas, saben que un brillante es un
diamante tallado o que un diamante es un brillante en bruto.
En puridad el diamante es
de aspecto amorfo, se encuentra en la tierra y se forma naturalmente, mientras
que el brillante se compra en la joyería, se obtiene de forma artificial y
lleva una talla de geometría redonda-cónica. Vamos que un brillante es un
diamante con talla de brillante, por cierto, ¿Qué opina acerca de la expresión “un
diamante es para siempre”? Le dejo, “Los mejores amigos de las mujeres
son los diamantes”, ya sabe quien lo dijo.
[*] Introduzcan en [Buscar en el blog] las palabras en negrilla y cursiva,
si desean ampliar información sobre ellas.
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