jueves, 31 de mayo de 2018

De Balákirev a Borodín. El Grupo de los Cinco [6]

(Continuación) Mussorgski, militar y que como tal había coincidido en la Academia Médico-Quirúrgica con Borodin. Rimski-Kórsakov, oficial naval que llegó a escribió su primera sinfonía en un viaje alrededor del mundo que duró tres años. Y naturalmente Borodín, que compaginó como pudo la composición musical con el ejercicio de la química, en sus vertientes docente e investigadora.
Y con relación al nombre del grupo, en puridad éste no tuvo uno ni nada que se le pareciera, hasta que en mayo de 1867 el crítico musical Vladimir Stasov escribió un artículo, ‘El Concierto Eslavo del Sr. Balákirev’, a propósito de un concierto en el que se tocaron composiciones del grupo; el artículo termina con el siguiente párrafo:

'Dios permita que nuestros invitados eslavos nunca olviden el concierto de hoy, Dios permita que ellos preserven en sus memorias cuanto sentimiento, poesía, talento e inteligencia son poseídos por el pequeño pero ya Gran Puñado de Músicos Rusos’. Vladímir Stásov, Sankt-Peterbúrgskie Védomosti, 1867.
Ni que decir tiene que los detractores del grupo utilizaron la expresión de “gran puñado”, algo chusca la verdad, para burlarse de ellos lo que paradójicamente produjo el efecto contrario al deseado, pues los cinco se envalentonaron y decidieron adoptarlo a modo de desafío. Genio y figura lo llaman.
Mientras escribo me viene a la memoria un episodio parecido por aquello del efecto inesperado, pero con otra expresión, ésta perteneciente al campo de la cosmología. Se trata de la archiconocida y muy utilizada en distintos contextos de Big Bang o Gran Explosión.
Big Bang
Una expresión errónea con la que se conoce el modelo cosmológico, actualmente aceptado para las etapas de tiempo más antiguas del universo y su posterior evolución a gran escala espacio-temporal, según el cual el universo, estando en un estado de muy alta densidad, en un instante se expandió.
Erróneo porque, a pesar de su nombre, el Big Bang no fue una explosión en el sentido convencional del término, dado que fue la expansión del propio espacio lo que separó la materia de sí misma, ni tampoco grande en el sentido literal del adjetivo. En puridad el universo surgió de una singularidad infinitesimalmente pequeña y de una gravedad infinita, seguida de la expansión del propio espacio sin que hubiera propagación fuera de sí mismo.
Esta idea de la evolución del universo a partir del Big Bang, uno de los conceptos científicos más populares que existen, se la debemos al físico y astrónomo ruso-estadounidense George Gamov (1904-1968), pero sólo la idea. Porque el nombre, que siempre le disgustó y nunca lo utilizó, se lo puso otro científico, uno que no la compartía y de hecho era un gran detractor de esta teoría y defensor de la opuesta, quien en tono de burla y en plan despreciativo la utilizaba siempre que podía. Su nombre Fred Hoyle (1915-2001), astrónomo británico.
Tras él, si no estoy equivocado, perdonen pero escribo de memoria, fue el científico y divulgador británico recientemente fallecido Stephen Hawking (1942-2018), el primero que lo utilizó en el título de un artículo científico. (Continuará)
[*] Introduzcan en [Buscar en el blog] las palabras en negrilla y cursiva, si desean ampliar información sobre ellas.




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