(Continuación) Pero la investigación química y la docencia universitaria no
absorben todo su tiempo y nuestro hombre, a duras penas, siempre busca un pequeño
hueco en él para dedicárselo a la música. En l862 Borodin compone, entre otras: Quinteto
con piano en do menor, Tarantella en
re mayor y en diciembre de ese mismo año inicia la composición de la Sinfonía en mi bemol mayor, que no
concluiría hasta principios de 1867.
Además, éste será el fin de su etapa autodidacta en la música, conoce al
compositor ruso Mili Balakirev(1837-1910)
con quien entabla una buena amistad y de quien recibe no solo clases de composición
musical como profesor, sino una gran influencia a modo de mentor musical que le
anima a desarrollar su faceta compositora. Borodin tenía veintiocho años y
Balakirev veinticuatro.
De este último comentarles algunos detalles que hacen al caso. Uno. Si bien
donde más destacó fue quizás en la composición de poemas sinfónicos, Balakirev centró
su obra, discreta por otra parte, en la creación de una serie de canciones
folklóricas rusas, aunque también recopiló temas musicales de otras etnias y
naciones.
Dos. Fue discípulo de Mijaíl Glinka,
considerado padre de la música rusa, que a mediados del siglo XIX estuvo un par
de años por España, Castilla y Andalucía, recopilando música popular. Parte de
la cual entregó, antes de morir a su discípulo, un por entonces adolescente
Balakirev quien, entre las “españoladas” se fijó en una que le llamó la
atención.
Tanto que en el mismo año de la muerte de Glinka compuso Obertura sobre el tema de una marcha
española (1857) que, como ya se habrá imaginado por el título, es una
variación de nuestro himno nacional, nacido a su vez de la Marcha de Granaderos, de ahí que suene a marcha militar con sus
pífanos y tambores. Una fantasía que fue su primera obra en el terreno puramente
orquestal.
Pero, este es el tercero de los detalles que les traigo, si por algo ha
pasado a la historia Balakirev y muy por encima de su propia música, es por la
gran labor pedagógica que inició en 1856 reuniendo a su alrededor a otros compositores
rusos. Un grupo que terminaría representando las esencias de la música rusa, un
círculo musical que sería conocido como el Grupo
de los Cinco.
Los
Cinco
Un grupo que empezó siendo un dúo formado por Mili Balákirev (el líder) y César
Cuí, al que se les unió Modest
Músorgski en 1857, Rimski-Kórsakov
en 1861 y el mismo Borodín en 1862.
Un quinteto que compartía varias características comunes como las de: ser todos
muy jóvenes; casi autodidactas desde el punto de vista musical; no ser músicos
profesionales en el sentido de no vivir de la música; y compartir una idea
romántica, la de producir una música netamente rusa alejada de las influencias
europeas. En cierto sentido, y desde el punto de vista musical, los Cinco
podrían ser considerados como una rama del movimiento nacionalista romántico en
Rusia.
Respecto al ‘amateurismo musical’ del grupo, destacar que todos vivían de
su profesión que no guardaba en absoluto relación alguna con su pasión. Balakirev -el único que tenía
conocimientos para escribir música (armonía y orquestación) por lo que fue el líder,
maestro y mentor del grupo-, trabajaba en el ferrocarril. Cui, era ingeniero militar. (Continuará)
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