La ENIAC fue construida en la Universidad de Pensilvania por el ingeniero eléctrico estadounidense John Presper Eckert (1919-1995) y el físico también estadounidense John William Mauchly (1907-1980).
Y lo hace en una época en la que la Humanidad se encontraba inmersa en uno de los conflictos más fatídicos de nuestra historia, la Segunda Guerra Mundial.
Unas circunstancias y un marco bélico que priorizan todo lo relacionado con la tecnología, y en especial con las comunicaciones.
De hecho el desarrollo de ENIAC está relacionado con Colossus, ese artilugio que se utilizó para descifrar el código alemán durante este conflicto.
Como ya hemos comentado, ENIAC, era totalmente digital.
O lo que es lo mismo, ejecutaba sus procesos y operaciones mediante instrucciones en lenguaje máquina. Un salto cualitativo significante éste, si la comparamos con otras computadoras contemporáneas de procesos analógicos.
Otros datos curiosos y un mito
En lo material, lo cierto es que se trataba de un aparato impresionante. No les digo más que esto. En su momento se trató del dispositivo electrónico más grande del mundo. Y para que se hagan una idea, ahí van algunos datos.
En el orden físico, con unas dimensiones de 2,4 m x 0,9 m x 30 m, ocupaba una superficie de sesenta y tres metros cuadrados (63 m²) y tenía una masa de veintisiete toneladas (27 t).
Técnicamente estaba compuesta de 17 468 tubos de vacío o válvulas electrónicas, 7200 diodos de cristal, 1500 conmutadores electromagnéticos y relés, 70 000 resistencias, 10 000 condensadores y unos 5 000 000 de soldaduras. Que se dice pronto.
Una complejidad tecnológica que le permitían realizar cerca de 5000 sumas y 300 multiplicaciones por segundo. Lo que no está nada mal, aunque si lo comparamos con los de la actualidad...
Para dicha actividad se requería de la operación manual de unos 6000 interruptores, y su programa o software, cuando requería modificaciones, necesitaba semanas enteras de instalación manual.
Y vamos con el mito.
Vaya por delante que hasta donde me consta, es eso, sólo un mito. Pero en los mentideros del mundillo informático se cuenta que Filadelfia, la ciudad de donde se encontraba instalada, sufría apagones eléctricos cada vez que la ENIAC entraba en funcionamiento.
Lo que podría ser, ya que se estima que su “potencia de consumo” rondaría los 160 kW. Un buen tirón energético.
Addenda
La ENIAC fue desactivada a las 23:45 del 2 de octubre de 1955, si bien el año pasado fue restaurada para una exposición en un museo británico que, por cierto, ya fue enrocada. Y ya para cerrar esta su setenta conmemoración, añadir que fue todo un logro de la ingeniería que pondría las bases de la actual electrónica de computación.
Gracias a ENIAC me está leyendo ahora mismo o puede navegar por Internet.
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