(Continuación) En concreto se habla de una velocidad de 9 975 Warp, siendo este warp una imaginada e imaginaria unidad asociada al propio sistema de propulsión: el empuje warp.
También conocido como empuje por curvatura, impulso de deformación o impulso de distorsión y que, en la ciencia ficción de esta trama televisiva, es la forma teórica de propulsión superlumínica.
Un empuje que le permitiría alcanzar, no sólo esa rapidez, sino, evitar los problemas asociados con la relativista dilatación del tiempo.
Ni que decirles tengo que, por desgracia, no tenemos ni el menor atisbo científico sobre la viabilidad de esta propulsión por curvatura.
Nada en el marco teórico actual permite pergeñar una hipótesis que nos haga pensar en un viaje intergaláctico, aprovechando la curvatura espacio-tiempo.
Con ven, todo lo dicho de la nave hasta aquí, pertenece a la ficción del universo de una serie televisiva, Star Trek. Y nada más por ahora.
Vayamos entonces por el segundo invitado. Él sí que es real.
Oculus Rift
Oculus Rift es un dispositivo electrónico para la cabeza, con sensores de movimiento y un campo de visión muy amplio, que induce al usuario a creer y sentir que está viendo la realidad.Un dispositivo con posibilidades en el mundo de los videojuegos, como vimos con los zombies, y que ahora nos zambulle dentro de la que es, quizás, la nave más icónica de todas las galaxias: la USS Voyager.
Y alrededor de él también se manejan cifras relativamente altas.
Por lo que he leído, fue adquirido el mes pasado por Facebook en la nada desdeñable cifra de dos mil millones de dólares (2 000 000 000 $).
Y su campo de visión -de más de noventa grados (90 º) horizontales, ciento diez grados (110 º) en diagonal-, es más del doble de la mayoría de los dispositivos de la competencia.
Para deleite de muchos, con el Oculus Rift, podemos recorrer sus interiores.
Y para un futuro no muy lejano se espera hacer lo propio con el resto de la flota completa.
Por ahora disfruten con ésta.
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