(Continuación) La elemental Lógica echa por tierra la existencia de dicho producto. Si fuera así, a estas alturas de la película, el producto estaría más que comercializado.
Sin embargo, un barrido entre posibles proveedores nos muestra que nadie tiene este producto y que, prácticamente, todos coinciden en afirmar que no creen que exista.
De ser así, sería fácil de comprar por Internet. Invito a los amables lectores a que inicien una búsqueda por su cuenta y nos cuenten sus resultados. Si les parece bien, claro. Mientras sigo con lo mio.
Argumento de naturaleza científica para la inexistencia...
La centenaria ciencia química nos dice que, por ahora, la detección de orina en una piscina no es posible. Y además, por doble motivo.Uno es de índole general. La proporción de orina en el agua sería demasiado pequeña, como para que pudiera activar a algún indicador químico; se trata por tanto de una imposibilidad cuantitativa.
El otro es selectivo. A dicho indicador no solo la orina lo activaría; por ejemplo, también el sudor humano provocaría dicha reacción química coloreada.
De modo que si nos tirásemos a la piscina sudados, también aparecería la mancha.
Lo que sería un problema. Aquí es, precisamente, donde radica la dificultad. Tendría que ser un producto discriminador; una imposibilidad ésta cualitativa.
Lo que no significa que no exista alguna sustancia química que reaccione con la orina.
Por ejemplo una gran cantidad de sulfato de cobre (II), CuSO4, puede reaccionar con el ácido úrico, C5H4N4O3 de la orina y producir una sustancia de color azul. Una mancha delatora que serviría a nuestros propósitos acusadores.
Por desgracia, para que esto ocurra, la cantidad de sulfato en el agua tiene que ser tan elevada, que nos tintaría el bañador y el pelo de azul aunque no orinásemos. No, no parece que sea la solución. O sea que.
Lo dicho. Por ahora no conocemos ese producto químico. No existe tal detector de orina en piscinas. Por desgracia.
La acción de orinar en la piscina no es nada higiénica
Por desgracia, ya que sería estupendo que el mencionado producto existiese. Estarán conmigo que la acción de orinar en la piscina no es nada higiénica.No. No lo es.
Y si bien es cierto que el acto de hacerlo no nos va a dejar en evidencia, ni a ponernos en una situación embarazosa, no lo es menos que podría resultar peligroso para la salud, tanto la nuestra como la de los demás. O sea la de todos.
Y para esta afirmación sí les traigo una prueba.
La American Chemical Society ha publicado recientemente en la revista Environmental Science & Technology, una investigación realizada en la Universidad de Purdue, Estados Unidos.
En dicho trabajo dan una explicación para el riesgo que podemos correr si estamos en una piscina donde se hayan orinado. Tiene que ver con una de las justificaciones del nadador olímpico, de esas que hablamos al principio, aunque no precisamente en la dirección que él le dio.
Vaya por delante una vez más que hacer pis en la piscina, es algo más que un acto incívico. Es toda una cochinada que, como a continuación vamos a ver, puede resultar peligrosa para nuestra salud.
Claro que lo mismo que les digo esto, echo mano de la cita bíblica y les digo estotro: el que esté libre de pecado, que arroje la primera piedra.
Ya saben por dónde me ando. (Continuará)
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