jueves, 8 de mayo de 2014

Agua, algunas clases de agua


Como a la vista está también que, cuando nos referimos al agua como bien escaso, no nos estamos refiriendo a toda ella. Resulta que hay al menos dos clases de agua, en función de lo que entendamos por ese término.

Si es de forma popular, refiriéndonos al agua que tenemos en la naturaleza y que nos rodea, entonces han de saber que en realidad no se trata de una sustancia sola, sino de una mezcla de varias.

De una mezcla homogénea o disolución de varias sustancias, siendo una de ellas y la más abundante, la sustancia química agua.

Es la clase de “agua” que se presenta más frecuentemente en la naturaleza. Es decir que lo que nosotros llamamos agua (agua de grifo, de manantial, mineral, etcétera), en realidad es una mezcla de sustancias.

Pero si por el contrario hacemos referencia al término de forma científica, entonces sí estaremos hablando de una sola sustancia, el compuesto químico conocido sistemáticamente como óxido de hidrógeno H2O, o agua si la nombramos de forma coloquial.

Su presencia es rara por infrecuente en la naturaleza y su estudio no es el objetivo de este artículo.

Nosotros hoy vamos detrás del agua como mezcla de sustancias porque, resulta que en ese caso, hay varias clases de agua en función de su composición cualitativa y, sobre todo, cuantitativa.

Les hablo de aguas dulce, salobre y salada.

Agua dulce
En un principio la expresión ‘agua dulce’ surgió de forma lógica, al describirla en contraste y por comparación, con el otro tipo de agua conocida, el ‘agua salada. Las dos grandes categorías.

Pero profundizando en ella, con la expresión agua dulce y desde el punto de vista geográfico, se hace referencia a aquella que se encuentra de forma natural tanto, en la superficie del planeta en capas de hielo, campos de hielo, glaciares, icebergs, pantanos, lagunas, lagos, ríos y arroyos, como bajo ella, en forma de agua subterránea en acuíferos o en corrientes.

Desde otro punto de vista, el químico, el agua dulce se caracteriza, de forma general, por ser una disolución con una composición muy baja tanto de sales disueltas como de sólidos en su seno. Una composición inferior a la del agua salobre y el agua de mar.

Dicho así, quizás convendría aclarar que también se incluyen, dentro de esta categoría de agua dulce, a las que proceden de, por ponerles un ejemplo, fuentes ferruginosas, a pesar de su elevada riqueza en minerales.


Aguas salobre y salada
Por reducción, con la expresión agua salobre se alude a toda aquella que tiene más sales disueltas que el agua dulce, pero menos que el agua salada.

Analítica y técnicamente, se considera agua salobre a la que posee una composición de entre cero coma cinco y treinta gramos de sal por litro de disolución (0,5-30 g/l), también expresada como cero coma cinco a treinta partes por millón (0,5-30 ppm).

El agua salada, marina o de mar es la solución que constituye los océanos y mares de la Tierra. Salada porque su concentración media en sales minerales disueltas es del orden del 35‰, 3,5% o 35 g/L, que de todas estas formas entre otras podemos expresarla.

De forma simplista podemos admitir que la expresión agua dulce excluye, de forma específica, al agua de mar y al agua salobre.

Un agua dulce que se estima representa sólo un tres por ciento (3 %) del total de agua que forma la hidrosfera. Una agua dulce a la que hay que echar unos números.




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