viernes, 30 de mayo de 2014

La bruja de Agnesi (I)


Al lector avezado, la expresión que intitula le resultará sin duda conocida.

Sabrá que por desgracia, es empleada en el mundo científico para referirse a un tipo de curva que Agnesi estudió en su ‘Instituciones analíticas’. Y digo por desgracia porque la expresión es del todo inadecuada. Además por doble razón.

Es incorrecta e injusta.

De entrada ella no descubrió la curva. Ni dijo nunca haberla descubierto, como cualquiera podría deducir de su lectura. Se trata de una curva que ya el matemático francés  P. de Fermat (1601-1665) había estudiado en 1703, y para la que G. Grandi (1671-1742), en 1718, había dado un método de construcción.


María sólo profundizó en su estudio y la ofreció como uno de los magníficos ejemplos de su libro. Luego no es de Agnesi.

Pero es que la inadecuación de su uso no acaba aquí. El sustantivo bruja no tiene nada que ver con el contenido del libro. Su presencia en el texto es debido a un fatal error de traducción. Se lo cuento.

La bruja de Agnesi: un persistente error de traducción
A finales de los años cincuenta del siglo XVIII John Colson -un profesor de matemáticas de Cambridge, que había quedado impresionado por dicho trabajo- decidió traducirlo al inglés “con el único fin de que la juventud inglesa pudiera beneficiarse de él, como lo hacen los jóvenes de Italia”.

Un excelente propósito.

Máxime si para ello, se puso a aprender italiano a pesar de tener ya una avanzada edad. De hecho murió el mismo año en el que acabó de traducirlo, 1760. Un loable empeño, con un único pero que ponerle.

Cometió un pequeño, pero significativo error. Se equivocó en la traducción de una palabra.

La curva en cuestión es una sinusoidal versa, que deriva de un término naval que se emplea para designar la cuerda o cabo que hace girar la vela.

Grandi llamó a la curva “versoria” (del latín vertere, que significa virar, girar) o “versiera” en italiano. Años después, Agnesi empleó “la versiera”, añadiéndole el artículo femenino.

Pues bien, cuando Colson la tradujo, confundió dicha palabra con “avversiera”, que en italiano significa diablesa, bruja, hechicera, por lo que la tradujo como “witch”.

La bruja de Agnesi. Ahí empezó todo.

Porque el error no sólo aparece en los libros escritos en inglés, sino también y por desgracia, en aquellas lenguas que lo han traducido. El español entre ellos.

Pérfida Albión. (Continuará)






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