domingo, 11 de mayo de 2014

La peonza y el aire (o su ausencia)


No es la primera vez que son enrocados tanto una como otro. También hemos hablado algo sobre el rozamiento de él sobre ella y los distintos efectos que se producen.

Aunque tampoco es necesario referirnos a lo escrito.

A todos nos resulta familiar la sensación que el aire produce en nuestra cara, cuando vamos rápido en bicicleta o en moto. O hemos sentido el “poder” del aire sobre nuestra mano, al sacarla por la ventanilla del coche en marcha.

Y no sólo sobre nuestro cuerpo. A nadie le extraña que se eleve una cometa cuando la movemos en el aire, o que se utilice el paracaídas en los lanzamientos desde un avión.

Sí, en todos los casos, en el argumentario interpretativo y explicativo del fenómeno, aparece el concepto físico de fricción o rozamiento.

Pero también pasan cosas cuando no existe ese aire, es decir, estamos en vacío. Bien porque estemos en el espacio exterior, un vacío natural, o bien porque hayamos retirado el aire, vacío artificial.

Bueno pues de esto va el vídeo que les traigo. Una peonza que hacemos girar, primero en presencia de aire y después en un discreto vacío.

Naturalmente, en ambos casos, se termina parando. Pero la duración en el segundo de ellos, resulta ser mucho mayor (hasta ocho veces), tal como era de prever desde el punto de vista teórico.

Basta pensar que, con aire, el movimiento de rotación se ve frenado, no sólo por la fricción entre la punta de la peonza y la mesa, sino por la que se produce entre la misma peonza y el aire que le rodea.


Dos factores que se suman.

Mientras que al hacer el vacío, aunque sea con una bomba manual, sólo existe la primera de las dos.

Éste de hoy es un método mecánico de minimización del rozamiento con el aire pero, ¿se le ocurre otro que elimine la fricción con el suelo?

A modo de ayuda le apunto que podría ser un método electromagnético, y hasta ahí puedo apuntar.

Y ya que de la que va, ¿se le ocurre algo para minimizar a las dos? Quedo a la espera.



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