María Gaetana Agnesi (y II)

(Continuación) Para entonces la Agnesi había quedado cautivada por la belleza de las Matemáticas. Y a ellas dedicó los siguientes diez años de su vida. Y así, en 1748, publicaba ‘Instituciones analíticas’, que fue su obra principal editada en dos volúmenes.

En el primero trataba álgebra y geometría analítica, y en el segundo cálculo diferencial e integral, además de series infinitas y ecuaciones diferenciales. Incluía muchos ejemplos y problemas cuidadosamente seleccionados para ilustrar las ideas.

Todo un tratado pedagógico.

A partir de este momento ella empezó a adquirir una gran notoriedad entre los matemáticos y la obra tuvo un gran impacto en la enseñanza.

Por primera vez, se integraban diversos apartados de las matemáticas, hasta entonces inconexos. Todo un éxito académico.

Y lo más curioso de todo es que lo había comenzado sólo como una distracción para ella. Lo demás vino rodado.

Dada su bondad didáctica, lo continuó como libro de estudio para sus hermanos y terminó convirtiéndose en una publicación importante para las matemáticas. Estas cosas pasan.

Tercer arrebato religioso (y último)

En 1752 muere su padre y María se siente libre del todo y por fin.

Renuncia a las Matemáticas y consagra su vida y esfuerzos al estudio de la Teología y al socorro de pobres e indigentes. Pero hace sus obras de caridad desde la total pobreza, ya que donó toda su fortuna a los pobres.

Prueba de su renuncia a las matemáticas nos la da el hecho de que, cuando en 1762 le piden que reseñara un trabajo del, entonces joven, matemático italiano Joseph-Louis Lagrange (1736-1813) sobre su cálculo de variaciones, ella contestara que tales asuntos ya no ocupaban su atención.

Ahora estaba dedicada en cuerpo y alma, al cuidado de menesterosos y enfermos, sobre todo mujeres mayores. Una labor que lleva a cabo en el Hospicio Trivulzio de Milán, del que es nombrada directora en 1771 y que dirige hasta su muerte.

Sí. María Agnesi fue una mujer que rompió moldes. Tanto en su vida personal, como lo muestra el hecho de que nunca se casara por propio deseo y decisión. Como en su papel en la sociedad.

En una época en la que se daba por sentado que las mujeres no debían instruirse, ella llegó a ser una influyente matemática, destacada científica y una filósofa a considerar.

Quizás lo más fundamental de su obra como científica sea el rol que adopta de divulgadora de las ciencias. Y con él, el importante papel que hace jugar en la historia de las ciencias, a la divulgación de las mismas.

Son los divulgadores los que, en realidad, hacen atractivos unos contenidos que, en principio, pueden resultar incomprensibles al lego. Y lo consiguen porque ellos, embrujados por la belleza de la ciencia, embrujan con sus obras a los lectores.

De hechizados a hechiceros. Vamos la "bruja de Agnesi".