Un eclipse en las antípodas. Previa

Dentro de unas horas, de este 21 de septiembre, tendrá lugar el último eclipse solar de 2025 y, en conjunto, cuarto (4.º) de este año del Señor pues haciendo memoria y cronológicamente: el primero se produjo en las postrimerías del invierno, un eclipse lunar total en la noche del 14 de marzo.

Después el ya primaveral del 29 de marzo que fue solar y parcial; por supuesto el estival, lunar, total y reciente en la noche del pasado 7 de septiembre y, por último, el solar parcial de hoy domingo 21, por cierto un día antes del equinoccio de septiembre.

Del eclipse (21/09/25)

Solar y parcial durante el que la Luna pasará entre la Tierra y el Sol proyectando su sombra sobre la superficie terrestre; un fenómeno astronómico que no se produce todos los meses como cabría esperar sino con una frecuencia menor y el motivo nos lo da, ni que decir tiene, la ciencia.

En concreto la física y en particular la kepleriana cinemática celeste pues, aunque la traslación del satélite alrededor del planeta dura 29,5 días, sin embargo, como el plano en el que orbita está inclinado 5º respecto al mismo, la alineación no sucede todos los meses. He ahí la razón científica por la que no ocurren eclipses con mayor frecuencia.

Un espectáculo celestial el de hoy cuyo inicio está previsto para las 19:30 hora peninsular (17:30 UTC), alcanzando su momento de máxima ocultación a las 21:42 (19:42 UTC), si bien el desarrollo del mismo se prolongará hasta las 23:54 (21:54 UTC). Un proceso por tanto de algo más de cuatro horas en el que la Luna tapará parcialmente la superficie visible del Sol.

Un eclipse sin fase de ocultación total del que el Instituto Geográfico Nacional (IGN) nos dice que tendrá una magnitud de 0,86 (el máximo de cobertura será del 86 % en medio del Pacífico), si bien en zonas habitadas la cobertura quedará en torno al 72 % del disco solar.

Un eclipse muy especial

Del que es probable apenas le haya llegado noticia, o ni siquiera se haya enterado hasta este preciso momento que me lee, pero ya le adelanto que no se preocupe porque es normal dadas las circunstancias que le rodean.

Ocurre que el eclipse no será visible en Europa pues discurrirá por las antípodas de nuestra península, incluyendo Nueva Zelanda y parte de la Antártida. Sí, neozelandeses, pingüinos y algunos privilegiados más, muy pocos, serán quienes mejor lo vean y entre ellos un pequeño grupo de españoles.

Perdone la mezcla biológica de animales (racionales e irracionales) y el principio de confusión en la visión geográfica pues se verá en dos lugares de España. Sí, como lo lee, se verá. (Continuará)

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