Una información que ahora le amplio añadiéndole que dichas ubicaciones
se encuentran a unos 15 000 km de la península y la explicación de esta en principio excepcionalidad geográfica radica
en dos puntos de la Antártida bajo soberanía nacional.
Es donde están ubicadas las bases
científicas españolas de las islas Shetland del Sur (la Juan Carlos I y
la Gabriel de Castilla) y es su personal investigador el que podrá
contemplar cómo la Luna cubre parcialmente el disco solar en un
espectáculo reservado a muy pocos seres vivos, entre ellos los pingüinos.
Franja
de visibilidad
Arrancó cerca del archipiélago de Samoa, en pleno Pacífico, y posteriormente avanzó hacia el sur con observación destacada en Nueva Zelanda y varios archipiélagos cercanos, pudiendo ser visto, casi “de refilón”, en la costa oeste de Australia, incluyendo Sydney y la isla de Tasmania.
Los últimos minutos de su ocultación se produjeron en el
océano Antártico, en latitudes próximas a la península antártica en concreto en
la estación italiana Mario Zucchelli donde la Luna cubrirá el 72 %
del Sol, el mismo valor que en
Invercargill de Nueva Zelanda.
Como le adelanté solo una pequeñísima
fracción de la humanidad ha podido ver este eclipse que, si bien tuvo una duración
de 264 min, en realidad el tiempo durante el que se ha observado desde cada
lugar del mundo fue, naturalmente, mucho menor. Pasado el mismo, el astro rey volvió
a brillar de forma plena en las aguas oceánicas.
Adenda sobre
eclipses
Tres pinceladas. Como ocurre con otros eclipses solares este se ha producido en fechas cercanas a uno lunar, en este caso recuerde el del pasado día 7 de septiembre, algo apenas reseñable si no fuera porque, además, el del domingo, vino acompañado de una singularidad.
Algo muy especial pues sucedió un día
antes del equinoccio, un fenómeno astronómico más que enrocado del que recordamos
que: se produce dos veces al año y en una fecha en la que la duración del día y
la noche es casi la misma en todo el mundo porque el Sol está en la misma línea
del ecuador.
Es cuando por convenio comienza el otoño en el hemisferio
norte y la primavera en el hemisferio sur, de ahí que personalmente prefiera llamarlo
equinoccio de septiembre y que cada uno le adjudique estación astronómica
que corresponda. (Continuará)
[*] Introduzcan en [Buscar en el blog] las palabras en negrilla y cursiva, si desean ampliar información sobre ellas.



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