(Continuación) Ni que decir que, desde el punto de vista científico, todo lo enrocado acerca del rebufo en ciclismo es aplicable también, con matizaciones, en motociclismo donde la primera máquina es la que experimenta la mayor resistencia por parte del aire y tiene que desarrollar más potencia para avanzar a la misma velocidad que las demás.
Una
dificultad que no encuentra la que va justo detrás, pues se aprovecha de la zona
de baja presión y el consiguiente menor rozamiento aerodinámico,
ahorrando en energía y disponiendo de más caballos de potencia para lo que
necesite, por ejemplo, para adelantar, donde resulta
ser un recurso determinante.
No es lo mismo en recta que en
curva
Es fácil de comprender que el rebufo no tiene las mismas consecuencias sobre un móvil si éste circula en línea recta o si lo hace en curva, según la acción que vayamos a acometer y así, todo lo que eran ventajas en una recta mientras se avanza o acelera, se convierten en desventajas a la hora de frenar.
Piense que,
mientras para el que va en cabeza la frenada se ve favorecida por el rozamiento
del aire que atraviesa, una considerable resistencia aerodinámica o ‘drag’
que, para el que va detrás, es mucho menor, lo que puede convertirse en un alto
peligro de choque.
No olvide
que, de un lado, la masa de la moto es considerable lo que supone una gran
inercia, (1.ª de Newton) y, del otro, los pilotos acostumbran a frenar
ya al límite del espacio, apuran al máximo, lo que significa que tienen muy poca
distancia para reducir velocidad, vamos que tienden a colarse de frenada. Tres
cuartos de lo mismo ocurre en automovilismo, sólo que acentuado.
“Aire sucio” en Fórmula 1
O la desventaja del rebufo ya que todas las bondades que este fenómeno manifiesta en las rectas desaparecen, de manera brusca, en los tramos curvos debido precisamente a su trazado pues el coche perseguidor se encuentra con un aire especialmente turbulento, tras haber pasado sólo unos instantes antes el que va delante.
Y con su
trayectoria crean una particular y decisiva carga aerodinámica en su estela, que
constituye uno de los mayores impedimentos de los coches de Fórmula 1 a la hora
de perseguirse de cerca y adelantarse, unas maniobras fundamentales a la hora de
dar espectacularidad a este deporte.
No necesita
por supuesto que le diga que buena parte del espectáculo de las competiciones
de motor en general reside en las persecuciones de cerca y los adelantamientos,
unas maniobras tan difíciles de realizar como espectaculares de ver y que los pilotos pueden llevar a cabo gracias a sus
habilidades conductoras, el diseño tecnológico de las máquinas y, por supuesto,
el fenómeno del rebufo. (¿Continuará?)
[*] Introduzcan en [Buscar en el blog] las palabras en negrilla y cursiva, si desean ampliar información sobre ellas.
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