Sí, la pétrea imagen tallada de la fruslería de hoy, tiene que ver con lo que probablemente se le acaba de ocurrir. Se trata de una de las muchas piedras llenas de vinagre, que se colocaron en las esquinas de las calles durante la plaga que asoló Londres entre 1665 y 1666.
Su función ya se la imagina, para que las personas se lavaran las manos en
ellas. Como quien dice un punto de desinfección con
el gel hidroalcohólico de la época, para la que fue conocida como la
Gran peste de Londres. Algo hay enrocado.
[*] Introduzcan en [Buscar en el blog] las palabras en negrilla y cursiva, si desean ampliar información sobre ellas.
No hay comentarios :
Publicar un comentario