Unos organismos que nos
dicen también que la misma durará 88 días y 23 horas, terminando el 20 de marzo
de 2022 con el comienzo de la primavera. Una circunstancia física de
naturaleza temporal que tienen todas las estaciones en común: la de
durar, exactamente, lo que tarda en llegar la siguiente y así es.
Tras el otoño llega el
invierno, después la primavera seguida del verano, y vuelta a empezar. Pero
no es la única circunstancia física que comparten las estaciones, existe otra, ésta
de naturaleza espacial: la de su origen, que abordaremos unas líneas más
adelante.
Una
cuestión de convenio
En el caso del invierno esta
posición se da en el punto de la eclíptica en el que nuestra estrella alcanza
su posición más austral, y el día en que esto sucede alcanza la máxima
declinación Sur (-23º 27'), no cambiando su mayor altura al mediodía durante
varios días.
De ahí que a esta
circunstancia espacial se la conozca como solsticio (etimológicamente “Sol
quieto”) de invierno. De invierno digo porque escribo estas líneas en
el hemisferio norte, y no debemos olvidar que en el hemisferio sur lo
que tiene lugar es el solsticio de verano, cuando arranca el estío.
Posibles
fechas de inicio
Es sabido que estas
variaciones de un año a otro son motivadas por el modo en el que se encajan, de
un lado, la secuencia de años según el calendario, unos son bisiestos y
otros no, y del otro, la duración de cada órbita de la Tierra alrededor del
Sol, un periodo de tiempo conocido como año trópico.
De la
duración de los días, las salidas y las puestas de Sol
Ya lo hemos comentado en
otras entradas. Este día del solsticio de diciembre corresponde al de menor
duración del año, es decir aquel en el que transcurre menos tiempo entre la
salida y la puesta del Sol, en un lugar dado. Vamos el que menos horas
de luz tiene en todo el año. (Continuará)
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