lunes, 22 de junio de 2020

Verano 2020. Inicio astronómico (y 4)

(Continuación) Y para su observación suelen ser preferibles aquellas fechas cercanas a la luna nueva (21 de junio, 20 de julio, 19 de agosto y 17 de septiembre), salvo cuando lo que se pretenda observar sea el propio satélite.
Con grandes prismáticos o un pequeño telescopio dotados eso sí de un filtro lunar adecuado, precaución ante todo, es posible observar el relieve de la Luna y además hacerlo con suma precisión y detalle. Para tener una buena visión de ella conviene ir observándola noche tras noche, mientras va creciendo su iluminación, pues así se ven aparecer nuevos accidentes orográficos.
En las noches más oscuras, las de luna nueva, se puede intentar ver nebulosas de emisión, como la Laguna, Omega o la Trífida, y nebulosas planetarias como la del Anillo en la constelación de Lira o las Pesas en la Raposa. Con prismáticos también se pueden ver las lunas más brillantes de Júpiter (cuando es visible) y se puede hacer un recorrido por la franja estrellada que constituye la Vía Láctea.
Distancia al Sol
Un hecho circunstancial no relacionado con las estaciones, pero que se da también por estas fechas es el día del afelio, o lo que es lo mismo el día en que el Sol y la Tierra están más alejados entre sí a lo largo del año.
Este año ocurrirá el próximo día 4 de julio, siendo la distancia de algo más de ciento cincuenta y dos millones de km (>152 000 000 km), unos cinco millones (5 000 000 km) más que el pasado 5 de enero, cuando la distancia al Sol alcanzó su mínimo anual o momento del perihelio.
Es el mayor alejamiento al Sol, la causa de que la Tierra se mueva más lentamente a lo largo de su órbita elíptica durante el verano (Segunda Ley de Kepler) y por lo tanto la duración de esta estación sea mayor que otras.
Actividad solar
De la actividad solar, ya sabe, ese fenómeno de nuestro astro caracterizado por la presencia en su superficie de manchas, fulguraciones y protuberancias, y que en la Tierra produce alteraciones en la propagación de las ondas de radio y una mayor presencia de auroras polares, pues de eso ya les digo que casi lo de siempre. O sea más de lo mismo.
La actividad sigue un periodo de aproximadamente once (11) años, está asociada al ciclo magnético del Sol, y en la actualidad nos encontramos en el ciclo solar número veinticuatro (24) que comenzó en diciembre de 2008 y alcanzó su máximo en abril de 2014.
Según las estimaciones realizadas por NOAA y Space Weather Prediction Center, durante este verano el número de manchas solares seguirá decreciendo, alcanzando valores comprendidos entre 0 y 12. También predicen que, a lo largo de este año 2020, terminará el ciclo 24 y comenzará un nuevo ciclo solar, el número 25.
[*] Introduzcan en [Buscar en el blog] las palabras en negrilla y cursiva, si desean ampliar información sobre ellas.



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