Un detalle éste sobre el que hay mucha literatura que así lo refiere. El estío comprendía los meses de grandes calores, julio y agosto, razón por la que ha llegado hasta nuestros días expresiones como “tiempo estival” o similares.
Y así permanecieron las cosas durante años, al menos hasta principios del siglo XVII. Se lo digo por lo escrito en El Quijote.
Cinco (5) estaciones “quijotescas”
Leo que se puede leer en el capítulo 53 titulado “Del fatigado fin y remate que tuvo el gobierno de Sancho Panza”, de la segunda parte de la obra Don Quijote de la Mancha (1615), del escritor español Miguel de Cervantes Saavedra (1547-1616), el siguiente pasaje:“Pensar que en esta vida las cosas della han de durar siempre en un estado es pensar en lo escusado; antes parece que ella anda todo en redondo, digo, a la redonda: la primavera sigue al verano, el verano al estío, el estío al otoño, y el otoño al invierno, y el invierno a la primavera, y así torna a andarse el tiempo con esta rueda continua; sola la vida humana corre a su fin ligera más que el tiempo, sin esperar renovarse si no es en la otra, que no tiene términos que la limiten’’.
¿Lo han visto? Sí han contado bien, Don Miguel cita y nombra cinco (5) estaciones.
Pero la ciencia comenzaba a dar sus primeros pasos y con ellos los avances empezaron a llegar, dando lugar a una auténtica revolución del conocimiento humano.
Un cambio de paradigma que estuvo protagonizado por hombres como Copérnico, Galileo, Kepler o Newton.
Así nombrados, sin necesidad de su nombre completo. Es lo que tienen los grandes.
Y fruto de esos nuevos conocimientos el número de estaciones se redujo de nuevo a cuatro (4), faltando una en la actualidad, el estío.
Acabando que es gerundio
Bueno pues ya ven. No siempre han existido cuatro (4) estaciones pues durante un tiempo hubo cinco (5). Ni ha sido siempre el verano la estación más calurosa del año, ya que durante siglos lo fue el estío.
Por otro lado no queda claro por qué fue el estío el eliminado de la manita de estaciones. Y por supuesto ni hemos tocado la sinonimia de los términos verano, estío, canícula y ferragosto.
Y el hecho de llamarlo verano, todo apunta a que fue un error. Deberíamos llamarlo estío. No, es más que evidente que la cuestión del verano no ha acabado aquí.
No me llames verano, llámame estío.
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