Genética y rabo corto de los perros

No es necesario que les diga que hay gente en contra de esta práctica extirpadora. Hay gente “pa tó”, que dicen que dijo el matador de toros Guerrita. Puede ser. Pero antes, si me lo permiten me gustaría hacer una aclaración.

No a todos los perros con la cola corta o aparentemente cortada se les ha practicado una caudectomía. Existen razas que presentan de forma natural colas cortas e incluso muy cortas y la razón es genética.

Casi con toda seguridad se debe a una mutación del gen del factor de transcripción C189G, detectada en diecisiete (17) razas. En todas ellas se encontró una correlación absoluta entre la mutación y el fenotipo de cola corta.

Y dicho esto, sí. No faltan quienes, incluso, tachan de crueldad innecesaria, la eliminación de este apéndice, como también el de las orejas, por meros motivos estéticos.

Entre otros inconvenientes argumentan que, a pesar de todas las medidas tomadas, nadie puede asegurar que la operación resulte indolora para el animal, o que surjan posteriores infecciones.

También apuntan al hecho de que, con dicha extirpación, se le priva de un apéndice que resulta básico en la expresión de sus estados de ánimos. Algo fundamental en su relación con el entorno animal que le rodea.

De hecho, un estudio realizado en Universidad de Victoria (Canadá) ha detectado un aumento de la agresividad en estos animales amputados.

Extirpación y legislación

Como se suele decir de la alegría, que va por barrios, la legislación al respecto sobre este tema depende el país en el que estemos.

Por ejemplo en Alemania, Australia, Dinamarca, Francia, Finlandia, Reino Unido, etcétera está prohibida, excepción hecha de aquellas que obedezcan a motivos terapéuticos o profilácticos.

En España la legislación depende de las Comunidades Autonómicas (CCAA), pero la caudectomía por razones estéticas, está prohibida en Andalucía, Cataluña y Comunidad Valenciana entre otras.

Incluso existen clubes de raza, que no permiten la entrada a los dueños de ejemplares con la cola cortada. También hay certámenes y concursos, que tienen prohibida la participación a animales con amputaciones, incluida las de orejas.

De las que antes no les comenté que, con dicha operación se elimina un, casi imprescindible, protector de los conductos auditivos. Con el corte de orejas el perro no sólo queda expuesto a posibles infecciones, sino que se ve desprovisto de toda una protección natural del oído interno.

Llegado a este punto, creo que es el momento de retomar una de las preguntas del compañero Pepe Andreu: ¿Cuál es el origen del trabalenguas?