miércoles, 21 de agosto de 2013

¡No se puede engañar al alcoholímetro! (y 3)


(Continuación) Si bien tiene un inconveniente precautorio. Para que sea efectivo habría que hacerlo en los primeros minutos de la ingesta, justo antes de que el alcohol pase al intestino y se reparta por todo el cuerpo, por ejemplo los pulmones.

Pero claro, viene pensado es una práctica estúpida, pues vendría a ser como una especie de ‘coitus interruptus’ cuando precisamente lo que queremos es tener descendencia. Ya me entienden.

9. Ingerir aceite. Está en la misma línea de comer o del Almax. Retarda la absorción del alcohol en el estómago, pero no afecta en nada a la medición que se hace del aire espirado por los pulmones.


Recordar que este líquido graso, independiente de su origen, suele tener efectos laxantes a las pocas horas de haberlo tomado. Por lo que conviene estar pendiente.

10. Orinar. Ya lo sabemos, es otra inutilidad. El alcohol que mide el etilómetro no es el almacenado en la vejiga sino el que existe en los pulmones, así que poco importa que lo miccionemos.

11. Soplar despacio por el alcoholímetro. Este dispositivo mide la concentración de alcohol en el aire espirado, que es una magnitud química independiente de la cantidad de aire que le entre.

Por ponerle un ejemplo, no porque tengamos menos agua de mar va a estar menos salada o no porque cojamos menos tizas su color va a ser menos blanco. Pues igual.

La frase hecha ¿Qué tiene que ver la velocidad con el tocino?, haciendo referencia a que se está hablando de dos temas sin relación real entre sí, viene que ni al pelo.

12. Fumar. Si hasta ahora les he comentado varios mitos de escaso o nulo valor efectivo, aunque con algún que otro fundamento científico, éste de fumar no tiene por dónde cogerlo.

No sólo no tiene ninguna base y es ineficaz en el test, sino que va más allá.

Da un paso más en el largo recorrido de la beocia humana. No es que no disminuya el nivel de alcoholemia o no le haga nada, es que puede llegar a incrementar la tasa alcohólica real que un conductor tenga.

Cómo me lee. Les aseguro que es así.

Bueno no. No es así. Es más. Una persona que no haya ingerido ni gota de alcohol, podría dar un resultado extremadamente alto, un positivo de campeonato, si exhala el humo de un cigarro por la boquilla del dispositivo.

“¿Hay quien dé más?”, se preguntará.

“Pues sí”, le responderé. En esta vida siempre hay uno que es más que uno. Está en la naturaleza humana.

13. Inhalar spray u otros “productos milagros”. Ya saben que por dónde andan la necesidad y la ignorancia, no tardan en montar sus chiringuitos fraudulentos los enterados de turnos, los ganapanes de la miseria humana.

Y a la venta están diversos productos con la falsa promesa del negativo en el control aunque vaya bebido. Se trata de una estafa. No existe ningún compuesto químico eficaz para disminuir el alcohol que sale de los pulmones.

Estos productos son estafas. Como también lo son, aunque no le saquen a usted el dinero, estas otras leyendas según las cuales podemos dar un negativo en el control de alcoholemia yendo bebidos:

14. Hacer el pino.

15. Comer hierba.


16. Chupar monedas de cobre.

17. Tomar pasta de dientes.

18. Pegar la lengua al paladar.

19. Chupar baterías de litio.


Bueno, ya ven que me han salido más de la docena de fraile y no creo que haya agotado la enumeración ni de lejos. Una prueba quizás de que en este país no debe caber un tonto más.

Si lo hiciera seguro que se caería otro al mar.

Como seguro es que yo sí estoy agotado. Por lo que lo dejo aquí. Después de todo el hombre propone.


1 comentario :

Noelia dijo...

Le agradecería que me aclarara si es lo mismo un alcoholímetro que un etilómetro.

Gracias por su forma clara y sencilla de explicar la ciencia